24º DÍA DE CUARENTENA

La noche llega suavemente, parece que el día no quiere acabar nunca.

Hoy, después de varias intentonas, reuní la suerte y sapiencia necesarias para superar el último escenario de Guardianes del Abismo. El término "superar" puede que no sea el más se ajuste a la idea con la que me enfrenté a esta expansión. Pensaba que el final supondría, sí o sí, algún tipo de derrota del enemigo líder, pero, al menos en la solución que alcancé, no ha sido así. De hecho me he convertido en un acólito de la secta a la que combatí con todas mis fuerzas durante no menos de 7 partidas. Un cambio de guión realmente genial y alucinante. 

Por ahora voy a dejar aparcado el juego, no es que lo tenga quemado, tampoco es que esté saturado, simplemente prefiero darme un respiro. Ya habrá más días...

Eso sí, puedo decir sin miedo a equivocarme que este es  el mejor juego de todos los que he probado en profundidad. No puedo por menos que calificarlo con un 10. Si un día aparece un juego que me guste más, bienvenido sea, pero tendrán que compartir nota, no lo pienso bajar del pedestal de ninguna manera. En un futuro, de cara al verano o así, creo que me haré con un ciclo completo, posiblemente el Legado de Dunwich, para saborear la aventura completa. Seguro que la experiencia es una pasada. Si veo que no me animo, o que no voy a tener tiempo suficiente, puede que me conforme con otra de las expansiones individuales que hay. Ésta me ha gustado mucho y aporta un montón de horas de juego, proporcionalmente bastante más que la expansión principal de El legado de Dunwich. Ya veremos, lo cierto es que me apetece darle más, pero no ahora.

Por la tarde me puse a repasar las reglas del Warhammer Quest. La verdad es que las recordaba bastante bien, porque lo he jugando recientemente. Es un juego que me gusta mucho, aunque necesariamente saldrá un poco malparado por la inevitable comparación con el gran Arkham Horror. Aunque ambos juegos te aprietan bastante y tienes sensación de agobio desde el principio, Warhammer Quest tiene en su contra que las opciones con las que cuentas en cada turno son mucho más limitadas, es un juego más cerrado, también es un poco menos inmersivo, aunque ésto es totalmente subjetivo y reconozco que el tema no me inspira tanto como el Universo Lovercraftiano.

Por la tarde eché unas partidas al Keyforge con mi amigo Chispa. Partidas on line, por supuesto, nosotros somos civilizados y no rompemos el confinamiento... Esta vez jugué con otro mazo que, sin ser tan bueno como el del Rector Julius, también me ha dado bastantes satisfacciones. Hoy no podía ser menos y aunque la segunda partida Javi me ganó por goleada, en las otras dos vencí yo, es cierto que la última un poco apurando. La verdad es que el mazo de Chispa es de esos que únicamente funcionan bien si te sale el combo; ahora que como te salga has ganado seguro. Yo también tengo un par de mazos de ese estilo, en mi opinión son una mierda. Me explico, estás todo el rato condicionando tu juego para que se de la combinación mágica de cartas y, si suena la flauta, cuando sale ya suele ser demasiado tarde. En fin, es como buscar una aguja en un pajar y te sueles pillar unos rebotes de la leche. 

Por la noche veré Ironman II, la primera es una de mis películas favoritas, esta aún no la he visto.

Cuídate mucho. Un saludo.