domingo, 27 de diciembre de 2020

SEMANA 26

Pocas veces he tenido tantas ganas de acabar con algo.


LUNES:
Hoy tuve un montón de trabajo y únicamente me dio tiempo para repasar las reglas de Underworlds y los mazo de cartas que iba a emplear al día siguiente.


MARTES:
Por fin vacaciones, ya no tengo que ponerme la put... mascarilla todo el santo día. ¡Qué alivio! Para celebrarlo me la volví a poner toda la tarde, en esta ocasión con mucho gusto, durante una sesión maratoniana de Warhammer Underwolds. Pese a pasar casi toda la tarde en la asociación no pude jugar más que tres partidas, ya que Borja tuvo problemas de agenda y únicamente se presentó bien entrada la tarde. En mi primera partida me enfrenté a Javi. Yo hacía un montón de tiempo que no jugaba, pero él es un novato y la verdad es que la partida no tuvo mucho color. Bueno, espero que poco a poco vaya cogiendo el ritmo, especialmente a la hora de construir los mazos, incluso podría ser una buena idea cambiar de banda; la de sus enanos no parece demasiado competitiva, ni que ofrezca un gran abanico de opciones. 
En la segunda partida las tornas se invirtieron y el que dio la paliza fue Jairo, siendo yo el apalizado. Me sorprendió con una banda muy numerosa de goblins: Los Vacilonez de Zarbag, que ya desde el primer turno empezaron a obtener puntos de victoria a un ritmo increíble. La única solución que vi para tener alguna opción en la partida fue la de atacar a saco a sus minis, por otra parte bastante endebles. Pero una serie de malas tiradas hicieron que me llevara más de una ronda eliminar a una sola de sus minis, con lo que perdí un tiempo precioso. Al final logré hacer algo más de 10 puntos, 11 ó 12 no recuerdo exactamente, pero Jairo hizo más de 20. Así que nada; paliza. Se notó el periodo de inactividad más de lo deseado. Pero eso tiene fácil, y lúdica, solución...


MIÉRCOLES:
Tras el revés sufrido con mi banda favorita de Underworlds; la de Lady Harrow, he llegado a la conclusión de que ésta no puede plantar cara a los Vacilonez y otras bandas similares que permitan hacer muchos puntos de victoria mediante cartas de objetivos, así que me he puesto manos a la obra y he preparado un par de mazos para una nueva banda. Creo que va a resultar de lo más interesante.


JUEVES:
Hoy es Nochebuena, con lo que no hice nada a nivel lúdico; demasiado lío doméstico.


VIERNES:
En Navidad tampoco hice nada relacionado con los juegos, salvo pensar en cómo gastar parte del regalo de Papá Noel y creo que mañana mismo será un buen día para ello...


SÁBADO:
Hoy por la mañana me acerqué a el Baúl de Pirus a por una caja de Hermanas de Batalla de Adeptas Sororitas con las que crear un nuevo comando de Kill Team, en combinación con un par de miniaturas más que vienen en Black Stone Fortress. La verdad es que son unas minis de lo más chulas y el comando tiene pinta de ser capaz de dar bastante guerra, ya que los dos artistas invitados: Pius Vorne y Gotfred son especialistas pero no cuentan para el límite del comando.
Como no podía ser de otra manera, no me contenté con esa compra; hice un gasto extra con tres colores para intentar salir de dudas sobre qué color emplear en mi ejército de Warhammer 40.000. La verdad es que me gustan mucho el negro y el azul ultramarines. El primero lo he descartado, ya que no permite hacer sombreados, y el segundo está muy visto, demasiado. Por ello voy a probar con un gris oscuro, un azul oscuro con un toque de púrpura y un granate. Además de estos tres colores voy a probar con el rojo oscuro que ya empleé en los kastelan. Al final creo que la cosa va a estar entre el rojo oscuro, el gris oscuro y el azul oscuro. Ya veremos cuál queda mejor una vez completada la miniatura. De estos 3 el que en principio me gusta más es el rojo, pero tiene el problema de cómo identificar a los sargentos. En los Ultramarines la cosa se soluciona pintando el casco de rojo, en este caso debería ser de azul, pero como es casi granate acabaría pareciendo del Barcelona. ¡Y por ahí si que no paso!
Por la tarde, empecé a pintar el sucedáneo de Flayed One para mi comando de Kill Team de Necrones, y en mucho menos tiempo del que pensaba lo tenía casi acabado. Únicamente dejé la peana para el día siguiente.


DOMINGO:
Por la mañana acabé el "Flayed One" y la verdad es que me gusta cómo ha quedado. 
La banda de necrones al completo con el nuevo fichaje en el centro de la primera fina.

Por la tarde, tras un somerísimo repaso de las reglas, me fui a jugar con Javi a Star Wars: Legión. Era su primera partida y, haciendo caso al dicho de que los gitanos no quieren buenos comienzos para sus hijos, le gané con bastante claridad 2-1. Es increíble cómo se me han olvidado tantas cosas de las reglas, apenas hace un mes que no juego y ya casi no recuerdo nada de lo básico. Con decir que Chispa se sabía las reglas mejor que yo... Pese a todo le pasé el rodillo, cosa que no pude hacer en la segunda partida, en la que Javi me ganó 2-1. En esta batalla se notó más que en el anterior que tenía el ejército un poco diezmado, lo cual fue totalmente culpa mía, ya que empleé un elaborador de listas desactualizado, con lo que gasté únicamente 378 puntos, en vez de 399 que marcaba la aplicación. Como resumen debo decir que lo pasamos bien y que ambos hemos aprendido muchas cosas para poner en práctica en sucesivas batallas.


Sigue cuidándote mucho. Un saludo.

domingo, 20 de diciembre de 2020

ESPECIAL OTOÑO/INVIERNO

No, ésto no es una revista de moda. Si buscas tías, o tíos, con poca ropa, te has equivocado de blog, y de estación; tendrías que esperar al menos a primavera... Bromas aparte, he pensado que en cada cambio de estación podría resultarme interesante y práctico hacer un pequeño balance de la temporada que se fue, así como establecer los objetivos para la siguiente. Pasemos a ello.

RESUMEN LÚDICO DEL OTOÑO

A nivel de partidas este otoño, como todo el año desde que hizo acto de aparición el maldito coronavirus, ha sido bastante pobre. De media he jugado escasamente un día por semana. En números, el balance de las partidas jugadas desde el 1 de septiembre hasta el 15 de diciembre queda así:

LEGIÓN: 4 partidas. Victorias: 0. Empates: 4. Derrotas: 0.

WARHAMMER UNDERWORLDS: 3 partidas. Victorias: 3. Empates: 0. Derrotas: 0.

X-WING: 6 partidas. Victorias:4. Empates:0. Derrotas:2.

WARHAMMER 40K: 1 partida. Victorias:0. Empates: 1. Derrotas: 0.

Como resumen, decir que he jugado 14 partidas, de las que he ganado 7, empatado 5 y perdido 2. No puedo quejarme.

Desde un punto de vista más subjetivo quiero destacar el descubrimiento de Star Wars: Legión. Un grandísimo juego, al que puede que me haya subido al carro demasiado tarde, pues casi todas las expansiones están agotadas. Salvo que los de FFG se animen a sacar reposiciones, cosa que a día de hoy parece un tanto improbable, su futuro puede estar bastante limitado. Es un juego de escaramuzas de lo más interesante y dinámico, con mucho peso de las cartas asociadas a los comandantes y en la que hay una gran variabilidad de estrategias y de unidades para desarrollarlas. Uno de los puntos fuertes del mismo es el empleo de dados personalizados, lo que parece marca de la casa, y que realmente dan mucha riqueza al juego, dotan de cierta personalidad a las unidades y, en alguna medida, limitan el azar en las tiradas. Además el sistema de movimiento a base de reglas articuladas es sencillamente genial, ya que elimina las ambigüedades y agiliza mucho el proceso. Las miniaturas no son nada del otro mundo, pero no están mal, y una vez pintadas quedan de lo más resultonas. Ya puestos a pedir milagros, sería estupendo que las hiciera Games Workshop, o si lo prefieres de otra manera, que FFG hiciera las reglas de Warhammer 40.000.

En lo referente a Warhammer Underworlds nada ha cambiado, es un excelente juego que lo tiene todo para convertirse en el favorito, o uno de los favoritos, de cualquier jugón al que le gusten este tipo de juegos: las miniaturas son una pasada, es rápido, tiene una gran variedad de bandas, cada una con su personalidad, pero que pueden adaptarse bastante a tu forma de jugar gracias a la construcción de mazos, por otra parte una faceta de lo más entretenida y absorbente. Por señalar un par de cosas positivas más, decir que es fácilmente transportable y que ocupa poco en mesa, montando y desmontándose muy rápidamente. El 12 de diciembre salió la nueva temporada: Direchasm, que viene con ciertos retoques en las reglas y poco más. Me lo compraré, aunque no me gustan nada las bandas que trae, la que sí me compro seguro es la banda del Caos que está anunciada para enero, es una pasada. Lo único malo de este juego, aunque no es algo que dependa del mismo, es que en mi asociación se juega de una manera muy anárquica; hay temporadas en las que no ve a nadie jugando y en otras, en las que la gente está superrevolucionada con él. Señores, un poquito de por favor... Ni tanto, ni tan calvo. Ahora está en temporada alta, debido a la aparición de la nueva caja base, pero en 1 mes habrá vuelto al olvido. Y si no, al tiempo... Como parece que de ésta se ha creado una comunidad bastante potente, seremos un decena en total, pensamos que es el momento de mimarla y para ello pretendemos hacer un par de cosas en Leones Blancos: por una parte un torneo, que sería el primero en la asociación, y por otra, con vistas a mantener la llama viva a más largo plazo, una campaña en espiral. Este tipo de campaña, que viene en las propias reglas del juego, es una especie de liga, pero sin calendario, de modo que todo el mundo juega las partidas que pueda y/o quiera, a lo largo de un tiempo prefijado. Nunca he jugado una campaña de este tipo, pero la impresión que da es que busca, más que una clasificación fideligna de las aptitudes de los jugadores, mantener un nivel constante de juego en la comunidad, y eso es precisamente lo que nos hace falta ahora en la asociación. No sé qué tal resultado dará, pues seguro que se presta a la picaresca, pero me parece una opción más que interesante para mantener un nivel más constante en el desarrollo del juego y cuidar a su comunidad. Vamos a intentarlo, en principio lo ideal podría ser que cada campaña durara un mes. Una vez visto el resultado, si fuera necesario, meteríamos retoques, como fijar un número de partidas mínimas, limitaciones en las bandas... A ver qué pasa.

En relación a mi querido X-Wing, decir que ha llegado el momento de cambiar de facción. Hay que buscar nuevos desafíos para evitar caer en la molicie, así que a lo largo del invierno jugaré con Imperio Galáctico. Eso no quiere decir que si hay un torneo no retome mi lista favorita de Scum, salvo que diseñe una lista tan competitiva como esa con Imperio. 

No puedo sacar conclusiones definitivas sobre Warhammer 40.000, pues sólo he jugado una partida, y a 1000 puntos que es la mitad de lo normal. De todas formas, las sensaciones han sido bastante mejores de las esperadas, lo justo sería decir que fueron muy buenas. Tenía miedo a esta primera partida, ya que al verlo jugar saqué la impresión de que las batallas podían ser un pelín tediosas, pero no ha sido así, para nada. Ya se sabe que no es lo mismo ser espectador de algo que vivirlo en primera persona. No sé si con el tiempo, y unas cuantas partidas más, cambiaré de idea, posiblemente no. En cualquier caso, lo que sí que está claro es que sólo por montar y pintar las miniaturas el juego ya merece la pena, y mucho. De momento tengo muchas minis para montar y pintar, no sólo las que vienen en la caja de Indomitus, sino en todas las cajas que tengo atrasadas, que no son pocas. 

Blood Bowlaunque no he jugado nada ha sido otro de los juegos estrella de este otoño, ya que recibí la nueva caja base. A ver cómo encajan en la comunidad las nuevas reglas y cómo se desarrolla la nueva liga, si es que algún día acaba ésta...

OBJETIVOS PARA ESTE INVIERNO

Tengo varios juegos entre mis favoritos, me gustaría jugar al menos 2 partidas a cada uno de ellos en esta temporada. La lista está formada por:

Star Wars: Legión, Warhammer Underworlds, X-Wing, Kill Team, Warcry, Star Wars: Destiny, Warhammer 40.000 y Blood Bowl. En total son 8 juegos, que curiosamente pertenecen a únicamente dos compañías: FFG y Games Workshop.

Objetivos individualizados:

Para Star Wars: Legión únicamente me planteo jugar una partida cada dos semanas. No creo que sea un objetivo demasiado ambicioso, máxime cuando ahora hay varias personas que se están iniciando en el juego.

Warhammer Underworlds: la idea es, ya vista la solvencia de la banda de Lady Harrow, encontrar otra banda que se ajuste a mi forma de jugar y crear un mazo realmente competitivo para ella. Para conseguirlo debería intentar testar a fondo al menos dos bandas, mejor tres, durante el invierno.

En relación a X-Wing, mi principal reto es crear una lista competitiva para el Imperio Galáctico. Con alcanzar un 50% de victorias y empates en total me conformo, ya que no es una facción que se amolde demasiado a mi forma de jugar.

Warhammer 40k: lo ideal sería jugar bastantes partidas para ir probando la eficacia de las diferentes unidades y cómo combinan entre sí, de modo que a final de invierno tenga una lista de ejército de 2000 puntos de ciertas garantías. También me planteo como objetivo aprenderme las diferentes estratagemas y montar más miniaturas, de modo que la lista de ejército se corresponda con lo desplegado sobre el tapete.

Para el resto de los juegos mencionados me conformo con un objetivo bien modesto: jugar 2 partidas en el trimestre, si consigo jugar 3 ó más con alguno de ellos me doy con un canto en los dientes.


Sigue cuidándote mucho. Un saludo.

 SEMANA 25


LUNES:

Hoy estuve muy liado con el trabajo y apenas tuve tiempo para repasar la lista de X-Wing con la que enfrentarme mañana a Jorge y comprobar que en el maletín tenía todas las herramientas para la partida. Menos mal que se me ocurrió revisarlo, porque no había metido las naves; estaban adornando la estantería.


MARTES:

Hoy quedé con Jorge para jugar un par de partidas de X-Wing, retomando así mi relación de amor-odio con el Imperio Galáctico. Para la ocasión había seleccionado una lista compuesta por 4 naves y la verdad es que no funcionó demasiado mal aunque a una de ellas, el Ala Estelar Alfa, no pudiera o supiera sacarle todo el partido que deseaba. 

Al final dos partidas y dos derrotas, aunque en la última logré mejorar mi estrategia y el empleo de las naves. 

En la primera partida poco pude hacer, pues estaba bastante perdido, incluso con los diales de las naves, así que me aturullé bastante. Tanto, que no recuerdo cómo se desarrolló la partida...

En la segunda partida la cosa mejoró bastante, al menos hasta la tercera ronda, que fue la primera en que nos zurramos. El intercambio de golpes empezó muy bien, ya que con el Castigador le arreé 4 impactos con los torpedos de protones, uno de ellos crítico, a la cucaracha. Sin embargo, el turno acabó de un modo muy frustrante ya que los ataques de mis otras tres naves no consiguieron hacerle el único daño que necesitaba para ser destruida. Supongo que la relación éxitos/fracasos de esta ronda sea bastante aproximada a la media, pero qué rabia da no conseguir ni un solo impacto en tres ataques. He de decir que nunca había usado los misiles de racimo y puse mal el blanco fijado, lo cual contribuyó a que mi ataque fracasara, ya que no pude repetir ningún dado en el ataque a la cucaracha. En el siguiente turno sí que logré cargármela y aunque antes lanzó una mina de proximidad no la detoné. En cambio, el Ala Y empleó Genio para soltar otra, que sí me comí con el Ala Estelar, tras realizar un 2 cerrado. El Ala Estelar ya había perdido dos escudos y ahora estaba enfrentada al Diente de Perro a distancia uno, así que otro par de daños. En contrapartida logré hacerle un impacto. Ya digo, pobre contribución la de esta nave. Lo que puede deberse a la configuración que le puse, a base de cañones. Después de jugar un par de partidas, parece más interesante la que prima el emplear misiles y torpedos, ya que permite los ataques a distancia, lo que combinado con la acción de MASA de la nave propicia el flanqueo del rival. Lo que pasa es que una cosa es decirlo y otra hacerlo... Estuve bastante afortunado con el Castigador, que logró atacar a 4-LOM y darle con todo lo gordo, aprovechando que se había subido a restos de chatarra, quitándole así tres escudos. El TIE pesado se limitó a atacar a la nave insignia, con poco éxito. En contrapartida sufrí bastante castigo en el Bombardero, y es que una nave sin escudos es muy poco práctica... En el siguiente turno traté de salvar al bombardero, con lo que se marcó un 3 abierto, dejando atrás todas las amenazas y centrándose en fijar blanco para hacer un koi en el siguiente turno y tirar más misiles, protones o lo que hiciera falta. Con el Castigador hice un koi, aprovechando que seguía con el blanco fijado, encarándome así a 4-LOM, que hizo otro tanto para salirse del asteroide. Estuve pensando si debía soltar una minibomba y no lo hice. Una pena; el droide casi cae sobre la posición que le correspondería a la bomba. Con el Ala Estelar volvía a lucirme: hice MASA para acabar chocando contra el lateral del Diente de perro, así que me quedé sin acción y sin el ataque a bocajarro con el cañón bláster que pretendía. La mejor noticia del turno la dio el TIE Pesado, que logró ionizar al Ala Y, de modo que en el siguiente turno se subía sobre un asteroide. La noticia mala es que con su torreta logró ionizar a mi Ala Estelar. Es increíble; dos impactos y no logro esquivar ninguno. En el siguiente turno el Ala Estelar cayó en un ataque del Diente de perro, que se llevó lo suyo por un ataque con protones del Bombardero. En cambio el Ala Y se subió al asteroide y, como no podía ser de otra manera, no se llevó ningún impacto. Por lo menos no me atacó... El Castigador y 4-LOM seguían a lo suyo, pero la peor parte se la llevaba mi nave, que finalmente fue derribada. Ya sólo me quedaban el Bombardero y el TIE Pesado, ambos con las heridas suficientes para que Jorge puntuara la mitad de las mismas. Yo no me llevé la mitad del Diente de perro por un único impacto, y el caza estelar por otro par de ellos. Al menos pude hacer la más de la mitad de las impactos al Ala Y. Bueno, no me voy a quejar porque la verdad es que jugué bastante mal. 

Lo más importante de todo es que lo pasé muy bien y además he sacado importantes conclusiones para la siguiente lista: andando y aprendiendo... Lista que espero poder poner en práctica en Navidad, y que tiene la misma base, pero he pensado en cambiar el Ala Estelar Alfa por un TIE Avanzado con control de disparo para poder exprimir al máximo todo su potencial.


MIÉRCOLES:

Gran partida de Warhammer 40.000 contra Héctor, que se saldó con derrota, honrosa, para mis colores (71 a 41).  Hoy Héctor no tuvo piedad de un servidor y me hizo morder el polvo desde el principio. Pero he aprendido más que con la primera partida, sobre todo a nivel de táctica y estrategia. No sólo lo pasé muy bien, sino que esta vez nos dio tiempo a acabar las 5 rondas de rigor, nos llevó 3 horas un poco largas. Aunque este tiempo es un poco engañoso, ya que tardamos mucho en los prolegómenos; la partida no empezó realmente hasta casi las 6 y acabamos a las 8:30. La verdad es que el juego tiene más emoción de la que esperaba y aunque se premie, o al menos no se penalice, las estrategias muy directas y, para mi gusto, demasiado toscas, no deja de estar realmente bien. La clave para hacerse con la victoria final, como no podía ser de otra manera, está en el control de los objetivos del tablero. En esta partida El Rubio no sólo consiguió quitarme durante 2 turnos uno de los dos objetivos que controlaba, sino que también hizo más bajas y más importantes en mis unidades, que las que le hice yo a él. Aunque gané la tirada inicial, le cedí la iniciativa, de modo que me pasé toda la partida a la defensiva. Creo que es lo mejor hasta que no domine más el juego. Lo malo es que Héctor hizo un movimiento muy agresivo con el Capellán motero que, con una habilidad propia de la Deathwatch, se llevó consigo a una unidad de exterminadores, con lo que ya tenía medidos hasta la cocina a sus dos mejores unidades, que cargaron contra mi Redentor. El pobre aguantó bastante bien y le atizó bastante al capellán, siguiendo la mejor tradición anticlerical de su comandante en jefe: yo. En mi turno cargué con todo lo que tenía a mano, que no era poco: el Capitán, el Bibliotecario y los Precursores, pero apenas sí pude eliminar al capellán, los exterminadores estaban casi enteros; sólo habían perdido una miniatura. Entre tanto, mis dos tropas hicieron una acción para activar los objetivos y así puntuar. En el primer turno acabamos empatados. En el siguiente cayó mi Redentor, mi otro Deadnought ocupó su lugar, pero el principal peligro se adivinaba por mi izquierda, por donde una escuadra muy populosa se acercaba directamente a una de mis escuadras de Intercesores. Por la parte central del tablero también se acercaba otra, pero esa me preocupaba menos. En el tercer turno perdí al Bibliotecario y uno de mis objetivos, por la acción de su escuadra, ya que superaba ampliamente en número a la mía. Ya sólo quedaba uno de sus exterminadores, que no caería hasta el penúltimo turno, cuando ya era demasiado tarde. Al final perdí también al Capitán.

Éstas fueron, a grandes rasgos, la situaciones más relevantes de la partida. En el lado negativo destacar que no apliqué bien las Doctrinas de Batalla, especialmente la relativa al combate, con ella las tiradas de salvación frente a los ataques cuerpo a cuerpo de los Dreadnoughts serían de 6, y no de 5, con lo que me debí haber librado bastante antes de los exterminadores. También lo hice mal con los Precursores; malgasté su potencial de ataque a distancia al estar trabados 4 turnos en combate cuerpo a cuerpo donde no aportaron absolutamente nada. Mención aparte merecen los Supresores, que se me olvidó usar en un par de turnos. También hay que considerar el despliegue en la fase de refuerzos de algunas unidades.

Cosas que he sacado en limpio de la segunda partida:

-Los Precursores, especialmente si están equipados con armas de plasma, no deben enfrascarse en combates cuerpo a cuerpo. Si a caso, puede estar indicado que carguen para utilizar la estratagema correspondiente que les permite realizar heridas mortales durante la carga, pero sería mejora hacerlo cuando ya queden pocas heridas para eliminar a los enemigos, para poder liberarlos pronto. En caso contrario retirarse tras el primer combate es una buena opción. Es muy importante considerar la posibilidad de desplegarlos utilizando su habilidad asociada a los retroreactores.

-El Bibliotecario no debería meterse en los combates cuerpo a cuerpo, es más delicado de lo que parece y para usar los poderes psíquicos no hace falta acercarse demasiado. Por ello estoy pensando en quitarle el rasgo de Señor de la Guerra Campeón de la Humanidad y poner Tormenta de Fuego, que potencia el ataque a distancia. Si combino esta habilidad con la Doctrina de Batalla adecuada las unidades a distancia 6" de este elemento restan 2 al Factor de Penetración si sacan un 6 en el impacto. Casi nada...

-Tengo que aprenderme todas las habilidades, cualidades, atributos, estratagemas... de las unidades seleccionadas para que puedan rendir en todo su potencial. En la partida de ayer se me olvidaron muchas, pero que muchas, de esas cosas. Esta es otra de las claves del juego.

Menuda semanita: tres partidas y tres derrotas...


JUEVES:

Hoy nada de nada a nivel lúdico, un breve repaso mental a los aciertos y errores de la partida de ayer de 40k para poder sacar las conclusiones pertinentes y poco más. La primera conclusión, y esto es muy buena señal, es que no voy a hacer modificaciones significativas en la lista. Puede que los Supresores sean los que menos hayan demostrado hasta el momento, junto con las tropas de línea, pero también cuestan muy pocos puntos y sustituirlos me parece realmente complicado. Lo único que se me ocurre, mientras sigamos jugando a 1000 puntos, es quitarlos para poder engrosar una de las escuadras de Intercesores. Quizá sea una buena idea, pero de momento tengo que darles otra oportunidad. Para ello necesito desplegarlos como refuerzos en el segundo turno empleando su habilidad, si es que no puedo buscarles un buen puesto de disparo durante el despliegue convencional. Lo que si tiene más visos de llevarse a la práctica es cambiar la habilidad de señor de la guerra del Bibliotecario, que pasaría a ser la de Tormenta de Fuego. Eso creo que va a funcionar muy bien. Además, se ajusta más a mi estilo de juego.

Por la noche, que tuve un ratito libre me puse a ordenar y completar un poco los apuntes que llevo a las partidas, que ayer casi me estorbaron más que me ayudaron del lío que preparé en el fragor de la batalla.


VIERNES:

Hoy estuve muy liado en el trabajo. Únicamente tuve tiempo para repasar un poco las reglas de Warhammer 40k y rehacer la lista para la próxima batalla. Me gustaría volver a jugar con la misma lista y comprobar si las conclusiones que saqué en este par de partidas son correctas. Pero como a todos los de mi asociación le gustan mucho más las partidas de 2000 puntos que las de 1000, me veo "obligado" a probar lo más rápido posible todas las unidades que pueda, para montar cuanto antes la base de mi ejército definitivo.


SÁBADO:

Pasé buena parte del día rehaciendo la lista de Warhammer 40k. Sí, aquella que ayer me parecía tan buena... Después de hacer muchos números, y confirmarlos con varias series de tiradas de dados, he decidido cambiar un par de unidades respecto a la lista del miércoles. Ahora toca recopilar las miniaturas y las cartas correspondientes; tendré que hacer una nueva incursión en el trastero.

Para mi sorpresa me llegó un mensaje de Whatsapp de Chispa en el que mostraba su enfado por una serie de comentarios en su blog animándole a ponerse a jugar de una vez a Star Wars: Legión. Parece que todo se ha aclarado, ya que en ningún momento quería molestarle, ni ofenderle. Por supuesto que cada uno tiene su ritmo y sus quehaceres, lo que determina cuándo quiere y/o puede jugar, pero en este caso la cosa parecía que se eternizaba; hacía más de dos meses que habíamos comprado el juego. Bueno, al final conseguí mi propósito y el próximo domingo hemos quedado para jugar. Espero que le guste.

Por fin he logrado casar la meteorología y la agenda para salir a correr un poco. Hacía tres semanas justas que no lo hacía, y se ha notado. Eso sí, he disfrutado cada zancada.

En Carrefour, después de entrar en no menos de 4 tiendas preguntando por gomas elásticas de colores, logré comprar unas. La idea era usarlas para ponerlas en las peanas de las minis, especialmente en las de Kill Team, para poder así diferenciar unas de otras. Llegué todo emocionado a casa y cuando me puse a colocarlas me llevé un buen chasco. Cada color es de un tamaño, pero lo peor de todo es que ninguno me sirve, ya que tres modelos son demasiado grandes y no se sujetan, mientras que las amarillas son demasiado pequeñas y no se pueden poner. Mi gozo en un pozo. Aún así no me di por vencido y seguí pensando cómo poder solucionar esta cuestión. Se me ocurrió que, dado el bisel de las peanas de Games Workshop, lo ideal sería hacer unos anillos de colores, que para poder colocarse y ajustarse mejor no estuvieran completamente cerrados. De esta forma se podrían colocar desde debajo de la peana, evitando así dañar la miniatura o deformarlos, y una vez en su sitio la elasticidad del plástico garantizaría su ajuste. Estuve haciendo unos esquemas, previas mediciones con el pie de rey, para pasar a algún miembro de la asociación que tenga impresora 3D, a ver si me hacía el favor de imprimir uno de prueba. Pero antes de hablar con nadie me di cuenta que quizá no hiciera falta nada de eso, ya que los precintos de los tapones de las botellas de plástico podían cumplir esa función. Así que me puse a la busca y captura de alguno. He visto una botella de agua a medias de mi santa, cuando la acabe me pondré manos a la obra...


DOMINGO:

Harto de esperar a que Inés se acabara el agua me puse a cortar el precinto con la botella medio llena. Aunque sería mejor decir medio vacía, ya que se me escapó la cuchilla y con el movimiento reflejo de la mano salpiqué toda la mesa, la pared y las cortinas. ¡Qué desastre! Lo peor de todo es que cayó bastante agua sobre las listas de Warhammer 40k con las que estaba trabajando, las pobres quedaron totalmente deformadas. Ahora parecen un pergamino. Por lo menos no estropeé los manuales que tenía sobre la mesa, ya que estaban cerrados y además no cayeron más que un par de gotas sobre los mismos. Un milagro. Después de esta anécdota tengo que decir que la idea ha sido muy buena, ya que funciona perfectamente, como se puede ver en la foto.

Aro con el que se facilita distinguir las diferentes miniaturas, por ejemplo los especialistas de Kill Team.

Visto que la idea es buena, lo propio es intentar mejorarla. En cuanto tenga ocasión hablaré con Pueyo, que parece muy majo, para ver si me hace el favor de imprimir un aro de prueba. Es cierto que estos precintos cumplen su función perfectamente, pero tienen el inconveniente de ser demasiado altos, por lo que llegan hasta la base de las peanas, falseando ligeramente las mediciones. En el peor de los casos ya sé de dónde sacar más; hay packs de botellas de agua con tapones de varios colores, y sólo necesito 4.


Sigue cuidándote mucho. Un saludo.

domingo, 13 de diciembre de 2020

 SEMANA 24

Examen de conciencia, dolor de los pecados y propósito de enmienda.


LUNES:

Menuda panzada me di para ordenar las naves y cartas de X-Wing y a preparar la partida de Warhammer 40k del día siguiente.

Al cambiar de facción en X-Wing era obligado vaciar el transportín/caja de almacenaje que uso para dar cabida a las naves y cartas. Lo que más trabajo me ha dado ha sido pensar cómo guardar de una forma más o menos lógica las cartas, ya que tengo un montón en varios sitios y cada vez que quiero hacer una lista nueva me las veo y me las deseo para dar con ellas. El principal problema radica en las cartas de piloto, ya que del resto vienen repetidas en las expansiones y los kits de conversión, por lo que no me cuesta demasiado encontarlas. Más de una vez he estado toda una tarde buscando como un poseso una dichosa carta, y según iba avanzando la búsqueda me empezaban a entrar sudores fríos pensando que la había perdido. ¡Qué angustia! La solución me la ha dado Viti, que se presentó el domingo pasado con una hoja que sirve de funda para cartas. No me ha sido demasiado fácil de encontrar dónde las vendían, posiblemente porque no sé cómo se llaman exactamente, cosa que dificulta mucho la búsqueda por Internet, pero al final he visto que las tienen en una tienda de León: El baúl de Pirus. Es curioso ver cómo se van dando las casualidades en la vida; hace un par de días salió el nombre de esta tienda, que no sabía que existía, en el grupo de whatsapp de Underworlds, así que me metí a ver si tenían y... bingo. En cuanto pueda me paso a por ellas, ya que es algo que realmente me urge. Una vez resuelto, mejor dicho; en vías de resolución, el problema de almacenaje me puse a diseñar las listas. Ya quemado de que no me funcionara ni mal ni bien la aplicación oficial me decidí, siempre he sido reacio, a usar una pirata, que es la que usan todos mis colegas, y la verdad es que funciona fenomenal. El Imperio Galáctico tiene, básicamente, dos tipos de naves: unas bastante "tochas" y poco ágiles, como los bombarderos, y otras mucho más agresivas, pero muy delicadas; como tengas una mala tirada defensa mala, adiós. Me decanté por las primeras, ya que son las que más se parecen al tipo de nave con el que estaba jugando hasta ahora y, además, pienso que cuando se empieza, en este caso, se retoma, una facción es mejor ir a lo seguro para ir progresando poco a poco. Así que tengo una lista con iniciativas bastante altas, con unas naves con gran poder ofensivo y, para lo que es Imperio, bastante resistentes. A ver qué pasa...


MARTES:

Esta mañana quedé con el gran Héctor para jugar mi primera partida de Warhammer 40.000. No podía elegir mejor maestro, ya que es un tío de lo más pausado y paciente. Además controla mucho, pero sin alardes, lo explica todo con mucha claridad y en un orden lógico. Y todo ello sin un espíritu competitivo exacerbado, vamos el yerno ideal... 

Sorprendentemente la partida acabó en tablas, pero hay que decir que en estos casos el maestro, además de ser condescendiente con el alumno, tiende a bajar la guardia y a crear situaciones lo más variadas posibles con el fin de poder explicarlas y dar una visión lo más amplia que se pueda del juego. Todo lo cual suele estar reñido con una táctica prudente. Si a esto le sumamos la suerte del principiante se explica el resultado, que por otra parte es lo de menos. Lo importante son las sensaciones, que han sido muy buenas. El juego me ha gustado bastante más de lo que me esperaba. Cierto es que tampoco tenía demasiadas esperanzas puestas en él, lo cual parece poco lógico visto el importante desembolso que ya he hecho en el mismo.

En estas primeras impresiones no puedo dejar de compararlo con Star Wars: Legión, que me sigue pareciendo ligeramente mejor, básicamente por lo siguiente: Legión es más rápido, además permite un mejor manejo de los tiempos al intercalar las activaciones de los jugadores. Ésto no sólo evita los tediosos tiempos muertos en los que sólo ves cómo tu rival va eliminándote miniaturas, también evita desconectarte, ya que tu activación es inminente y, lo más importante, sigues teniendo ejército para jugar con él tu turno. Las reglas de Legión están mejor redactadas y estructuradas, encontrar lo que buscas en 40k es misión casi imposible. Por otra parte, las reglas tienen menos aspectos ambiguos o no lo suficientemente aclarados, aunque he de decir que en esta versión de 40k han mejorado bastante en relación a las anteriores. A favor de Warhammer 40.000, que también es un gran juego, el riquísimo trasfondo, aunque el de Star Wars tampoco está nada mal, eh... y, sobre todo, la calidad de las miniaturas.


MIÉRCOLES:

Por la tarde me pasé por El baúl de Pirus a por las hojas para enfundar y almacenar las cartas de X-Wing. Me llevé una grata sorpresa con la tienda; el chico que la lleva me pareció muy majo y que controlaba un montón. Ya sé dónde voy a comprar muchas de las cosas que antes compraba online. Comprar por Internet tiene la ventaja del precio, pero salvo eso, que no es poco, el resto son inconvenientes: a veces no se llega al medido mínimo para evitar los gastos de envío, por lo que he dejado de comprar cosas que me hacían falta o, lo que es peor, rellené con chorradas que no me hacían falta ninguna. Otro inconveniente, no menor, es el tener que estar en casa para recibir el pedido. Las ventajas de comprar en la tienda física son el asesoramiento del experto, que en el caso de las pinturas no hay nada como ver el género y, lo más importante de todo; dejar algo de riqueza en el comercio local. Os dejo el enlace por si os apetece echar un vistazo a esta tienda: https://www.elbauldepirus.es/

Al final compré: las fundas, un par de pinturas y un juego de dados. También cayó un cómic para mi santa. En cuanto llegué a casa metí las cartas de mi lista top de X-Wing en las fundas, ahora están a salvo en la carpeta de la fama.


JUEVES:

Pasé buena parte de la tarde repasando mentalmente la partida del martes de Warhammer 40k con la idea de ver qué unidades funcionaron mejor y cuáles peor para hacer cambios en el destacamento, de modo que sea más competitivo. También hice algunos retoques a nivel de la selección, sería más correcto decir preselección, de los Objetivos Secundarios, así como de las Habilidades del Capítulo y de Los Señores de la Guerra. La verdad es que entre lo prolijas que son las reglas, lo mal estructuradas que están y que no tienen un índice completo por términos, lleva un buen rato hacer este tipo de cambios. Supongo que al ir adquiriendo experiencia la cosa se agilice. En cualquier caso, lo mejor de todo es que ya tengo ganas de jugar de nuevo.


VIERNES:

Hoy poco que destacar a nivel lúdico, únicamente señalar que he imprimido las Hojas de Datos de las unidades con las que he confeccionado la nueva lista de ejército de Warhammer 40k. Era algo que tenía que hacer para agilizar las partidas. La primera vez que jugué retrasé mucho el desarrollo del juego ya que además del atocinamiento propio del novato pasé mucho tiempo buscando los atributos de las unidades. Seguro que con ellas la cosa mejora bastante.


SÁBADO:

Hoy estuve bastante liado, así que sólo me dio tiempo a repensar una lista de Star Wars: Legión con la que enfrentarme la próxima semana a Jairo, si el tiempo y la autoridad lo permiten. Mi principal obsesión es su tanque; es tan poderoso o más que el mío. Además, estoy convencido de que el primero que logre destruir el del rival tiene el camino allanado a la victoria. En un primer momento centré mi lista exclusivamente en destruir al tanque, para lo que metí a Veers: Luego pensé que ésto condicionaría mucho el desarrollo de la partida, además tampoco es una garantía este comandante, ya que su única baza contra este tipo de vehículo es una carta de mando que le permite realizar un ataque gratuito con un arma muy poderosa hasta distancia infinita, pero luego no aporta nada más. Por eso no deja de ser una apuesta muy arriesgada, y en realidad el juego lo gana el que consigue más puntos de victoria. Para alcanzar este objetivo creo que será mejor emplear a Iden Versio en combinación con parte de las Fuerzas Especiales Imperiales. De esta forma se pierde algo de poder ofensivo inicial, aunque a poca suerte que tengas con los dados cada turno haces un par de impactos sin posibilidad de ser defendidos, pero con ellos la amenaza es más duradera y, a la larga, mayor. Además, al disponer de dos unidades que actúan conjuntamente es más fácil garantizar el control de los objetivos. Bueno, a ver qué pasa durante la partida, que una cosa es la teoría y otra la práctica... También me puse a montar el par de minis del escuadrón que me hacen falta, se nota una cierta mejoría en la calidad de las miniaturas, esta expansión es de las últimas a ver si mantienen el nivel en el futuro.


DOMINGO:

Hoy me he puesto a repasar las reglas de Star Wars: Legión, que a lo tonto, a lo tonto, hace un mes que no juego... Bueno, no se me ha olvidado demasiado; todavía no me ha cadudado el coco.


Sigue cuidándote mucho. Un saludo.

domingo, 6 de diciembre de 2020

 SEMANA 23

Invierno; cuando las noches en vilo son más largas.

Un poco de suerte, un poco de equidad. No se pide más; es lo justo.


LUNES:

Hoy, tras varios meses de espera he recibido la caja Indomitus de Warhammer 40.000. La verdad es que es una auténtica pasada; tiene unas minis realmente espectaculares y el libro de reglas es bestial. Una gran compra, ahora sólo me falta leerme las reglas, montar las minis y empezar a jugar. Casi nada... La pena es que no llegara un mes antes, ya que en este fin de semana empieza una liga informal entre los colegas de la asociación Leones Blancos que tiene pinta de éxito total; hay 12 inscritos.

Cuando salió la caja de inicio Indomitus, con la que se inauguraba una nueva versión del juego, la 9ª temporada, estuve dudando largamente sobre si comprarla o no. Por una parte no me apetecía meterme en un juego muy caro, en el que estoy totalmente en pañales en relación a los veteranos de la asociación, pero sobre todo que tenía un par de cosas que me echaban mucho para atrás: por una parte la política de GamesWorshop de potenciar sin ningún tipo de disimulo una determinada facción o ciertas miniaturas para que el personal se lancé a comprarlas para, en la siguiente revisión de las reglas, hundirlas y repetir la estrategia con otras. De este modo te ves obligado a comprar lo nuevo si quieres, no ya ser competitivo, simplemente tener alguna opción de victoria. Otra cosa que no me gustaba nada es la excesiva duración de las partidas, así como lo farragoso e impreciso de los movimientos, líneas de visión... 

Sin embargo acabé comprando la caja, razones para hacerlo; pocas. Por una parte la importante comunidad que hay en la asociación, efectivamente es el juego al que más se le da en Leones Blancos. Otra cosa que me atrae mucho es la calidad de las miniaturas, el simple hecho de montarlas y pintarlas ya me permitiría dar por amortizada la caja, que viendo la relación cantidad y calidad/precio del contenido me resultaba más que interesante. Así las cosas no acababa de decidirme por comprarla. Creo que en realidad mi subconsciente necesitaba una excusa que justificara plenamente la inversión, y esa vino de la mano del hermano menor de 40K: mi adorado Kill Team. De todos los comandos que he usado el que más me ha gustado, no sólo por los resultados, también por la estética y la polivalencia, es de Necrones. En la Hoja de Mando incluyo un Flayed One, el problema es que están agotados y aunque no lo estuvieran tampoco lo iba a comprar, ya que la caja cuesta 35 €. Lo que se me ocurrió para poder jugar con él fue un apaño; quitar a un Necrón Warrior parte del arma, dejándole lo que pretendía ser un hacha y un puño americano. No me acababa de convencer; era bastante cutre. Por eso, cuando vi el contenido de Indomitus se me hizo la luz: tenía un par de miniaturas nuevas llamadas Criptosiervos que estaban armadas con un par de cuchillas. Una de ellas sería mi nuevo, y flamante, Flayed One. Dicho de otra manera; el hacerme con esta mini con aspecto de pita desplumada fue lo que definitivamente me animó a comprar la caja de inicio. Así de simple y así de inconsciente...

A la izquierda el Necron Warrior reconvertido en un Flayed One de lo más cutre... a la derecha su sustituto: la cigüeña metálica llamada Criptosiervo.

Lo injusta que es la vida: al Criptosiervo le esperan las más altas cotas de gloria y fama, mientras que el pobre Warrior será nuevamente reconvertida, en esta ocasión para pasar a ser un mero cadáver en la peana de un Kastelan. No le sirvió de nada su excelente hoja de servicios...

También recibí el pedido de las naves de X-Wing y las cajas de inicio de Star Wars: Destiny. De momento no tengo nada que comentar de ellas porque no les he hecho ni caso, como es comprensible dada la relevancia del resto de novedades. Mañana será otro día...


MARTES:

Hoy quedé con Borja y Jairo en la Asociación para jugar a la nueva modalidad de Underworlds, el Arena. Héctor también se había apuntado, pero fue baja de última hora. Esperemos que se recupere completamente para el próximo encuentro.

A las 16:00 sólo estábamos Borja, que abrió la asociación, y un servidor; así que decidimos echar una partida al juego convencional hasta que llegara Jairo. Como hacía mucho que no jugaba contra un rival humano tiré de lo seguro, y no hay nada más fiable que la banda de mi idolatrada Lady Harrow. Borja se presentó con la banda de Averon Stormsire. De nuevo se revivía la vieja lucha entre el bien y el mal, el orden y el caos. La partida empezó muy bien para mi y al final de la primera ronda logré hacer 3 puntos de victoria gracias a una carta de objetivo, pero para ello tuve que exponer a mi "lideresa", que quedó a una herida de dejar la cripta. Con las mejoras pude aumentar en uno sus heridas y además ponerle un ataque que le permitía recuperar dos heridas si atacaba con ella exitosamente. Nada de eso pasó en la segunda ronda, que inicié con dos guerreras inspiradas. Borja había logrado inspirar uno de sus stormcast y pronto lo haría con otro. La cosa es que entre tanto logré eliminar a uno de mis enemigos gracias a un ardid muy oportuno, que me permitió empujarlo a un hexágono letal tras un ataque con éxito que lo había dejado con una sola herida. La cosa se ponía muy bien para mi, ya que tenía dos miniaturas más, y la líder aunque tocada estaba en guardia, lo que la permitió resistir todo el turno. Mientras tanto Borja se recuperaba del golpe e iba introduciendo mejoras en su líder, al tiempo que inspiraba a su otro guerrero. Al final de la ronda logré inspirar a otra de mis miniaturas, pero no lograba librarme de Averon pese a atacarle dos veces. En ninguno de estos ataques logré inflingirle ningún daño, ataques con los que pretendía no sólo quitarme el escollo más difícil para ganar la partida, sino también puntuar un objetivo de auge al hacer dos ataques con éxito sobre un mismo enemigo. Eso me habría reportado un punto de victoria adicional, lo que al fin y al cabo es el objetivo último del juego, ya que se gana obteniendo más puntos de victoria que tu oponente. Esto, que es tan elemental, lo olvido con demasiada facilidad y esta vez no iba a ser menos... Mi única excusa es que hacía bastante tiempo que no jugaba, y eso se nota. En mi caso, demasiado. De modo que en la última activación de la segunda ronda no moví a la guerrera más retrasada hacia el terreno rival, lo que me impedía que pudiera puntuar en la última ronda los objetivos que tenía reservados por tener a todas mis miniaturas en terreno enemigo. Total, que me deshice de esta carta de objetivo y lo que me salió era todavía peor; las cosas se empezaban a poner mal. Además, a Borja empezaron a salirle unas tiradas algo más decentes, el hombre había tenido una suerte nefasta, especialmente con los hechizos. Total que al empezar la última ronda yo sólo tenía 4 puntos de victoria y Borja 2, pero enseguida me igualó al cargarse a dos de mis miniaturas, y luego me superó al puntuar otra carta de objetivo: íbamos 5 a 4. Yo me agarré a mi última oportunidad, que era un objetivo de auge por tener a todas mis guerreras en territorio enemigo y separadas de todo rival, un puntito más. Ahora recuerdo que se me olvidó coger otra carta de objetivo tras puntuar ésta, pero la cosa no hubiera cambiado, ya no tenía margen de maniobra al hacerlo en mi penúltimo turno de la partida. En la última fase final ninguno de los dos puntuó, aunque yo pensaba que Borja sacaría algo en limpio... En resumen empatamos a 5 puntos de victoria, pero como yo tenía más miniaturas controlando objetivos, en concreto una, gané. Como se suele decir de penalti y en el último minuto. Me lo pasé bien, pero no quedé demasiado satisfecho de mi actuación, ya que di cuenta que había errado la táctica al cegarme en derrotar a su líder, lo que me hizo dejar de puntuar cartas de objetivo muy buenas. Hay que tener ésto muy claro; el juego se gana consiguiendo más puntos de victoria que tu rival, todo lo demás son historias... En mi descargo decir que hacía bastante que no jugaba, pero la próxima vez no valdrán las excusas para justificar la adopción de una estrategia equivocada. 

Cuando llegó Jairo cambiamos de modalidad y jugamos un Arena, que es a lo que habíamos ido, la nueva expansión de Underworlds, que permite enfrentar hasta 6 jugadores en un único tablero. Una locura. Tras una somera explicación, de la que no me enteré de casi nada, nos pusimos a jugar. La verdad es que no me resultó difícil entender las reglas, pero sí retenerlas, básicamente por la inercia que da tener interiorizadas las reglas y las mecánicas del juego original. Yo hice lo que pude, que fue bien poco, ya que a la novedad que suponía el juego para mi, se sumaba que mi mazo no estaba bien diseñado pues le faltaban cartas y muchas de las que tenía eran inservibles para esta modalidad. Puedo decir que a partir del turno 3, en este caso eran 9 en total, me convertí en un mero espectador, y la verdad es que se me hizo más largo que un día sin pan. En vista de que no podía hacer nada me limité a intentar comprender lo mejor posible el juego y aprender las mecánicas, también saqué importantes conclusiones sobre qué tipo de cartas podían ser más interesantes a la hora de confeccionar los mazos. Conclusión, un tanto precipitada ya que sólo he jugado una partida, esta modalidad puede ser una buena idea para sacar a mesa cuando se presenten varios jugadores, especialmente si son impares, pero me gusta mucho más el original. No ya solo por las dinámicas o porque lo encuentro mucho más estratégico y profundo, sino porque nunca me gustaron los juegos en los que te enfrentas a varios jugadores a la vez. En estos juegos nunca sé a qué atenerme, además por intereses afines se pueden crear alianzas que vayan contra un jugador... En este caso el problema, o lo que para mi es un problema ya que a otros le puede parecer estupendo, se agrava por contar con sólo una miniatura por jugador, con lo que no existe margen de seguridad. No tengo inconveniente en volver a jugar a este Arena, pero mientras dure la pandemia preferiría no hacerlo ya que, en aras de la seguridad, sólo voy a la asociación un día a la semana y prefiero jugar a otros juegos, sin ir más lejos al Underworlds original.


MIÉRCOLES:

Hoy hice bien poco a nivel lúdico, lo más señalado fue dar un par de retoques más a las tropas de asalto de Star Wars: Legión. La verdad es que saco bastante menos tiempo del que pensaba y la cosa se eterniza. Bueno, las vacaciones están a al vuelta de la esquina.

También me puse a ordenar las miniaturas del Underworlds, dejando el maletín preparado con un par de bandas para salir disparado a la llamada de la guerra a la primera ocasión que se tercie. Estamos todos pendientes de la salida de la nueva temporada de este gran juego, en principio para dentro de un par de viernes, aunque las miniaturas de esta caja base no me gustan nada de nada.


JUEVES:

Hoy nada de nada, salvo una hora de lectura de las reglas de Warhammer 40k.


VIERNES:

Se acerca el domingo, día en el que hemos quedado 4 fanáticos, los últimos irreductibles, para jugar un torneo, si es que se le puede llamar así a un evento que sólo reúne a 4 personas, de X-Wing. Para que no me pille el toro ya tengo diseñada y fotografiada, en vista que no puedo guardar los escuadrones ni imprimirlos en PDF, la lista que llevaré. Deseadme suerte.


SÁBADO:

Hoy me ha dado muy fuerte por Warhammer 40k, así que me he puesto con las reglas desde por la mañana y no he parado hasta que las he acabado. Luego hice mi primera lista a 1000 puntos para estrenarla con Héctor el martes. Una vez confeccionada la lista he rebuscado las miniaturas entre todas las cajas donde tengo almacenadas las existencias y me ha costado un güevo dar con el Bibliotecario. Ya sólo tengo que montar al Capitán, aunque tengo una mini que en caso de no darme tiempo me puede servir de remedo. Para completar la labor de intendencia he recopilado los otros elementos necesarios para el juego: las cartas de estratagemas y los dados. En su día compré 45 dados de saldo en dos colores, unos rosas y otros amarillos. La verdad es que están muy bien, pero en los amarillos los puntos blancos no se ven demasiado, así que me pasé un buen rato repasándolos con un permanente negro. Aunque ha sido laborioso ha merecido la pena, ahora el contraste es mucho mayor y se ven mucho mejor los resultados, espero que todos sean de 5 para arriba ;)

No he olvidado que mañana tengo torneo de X-Wing, así que me he puesto a repasar la lista, y mucho me temo que voy a hacer algún retoque de última hora, verás como la cago... También he estado probando diferentes formaciones y los movimientos compatibles con los enjambres. Nunca está de más hacer ensayos de este tipo, más que nada para tomar el pulso a las distancias, que después de un tiempo sin jugar, o jugando poco, se pierden bastante. Sin ir más lejos, en la última partida dudé un par de veces sobre qué movimientos hacer para evitar chocar contra una nave aliada y, lo peor de todo, subirme a un asteroide. En ese caso fui prudente, lo que me hizo perder el ataque de una nave durante un turno y una posición de clara ventaja con otra. Espero están más ducho en estas lides para el torneo.


DOMINGO:

Hoy a las 4 nos juntamos los 4 calaveras que todavía podíamos/queríamos jugar un torneo de X-Wing. Como la cosa siga así le veo un futuro ciertamente negro a este juego, al menos en León. En fin, una pena, aunque comprendo que una persona es ella misma y sus circunstancias, además los gustos pueden cambiar, es algo totalmente legítimo y natural. La lista con la que me presenté fue ésta:


Bueno, paso a hacer un somerísimo resumen. Lo más relevante es que el torneo lo ganó Jorge, segundo quedó Viti, luego un servidor y por último Antonio, que está empezando, aunque es un rookie de lo más prometedor. La cosa estuvo bastante reñida, ya que los tres primeros ganamos dos partidas y perdimos una.

En mi primera partida perdí con Viti de paliza 200 a 56, en la segunda gané a Antonio aproximadamente por 167 a 100, no lo recuerdo exactamente, y en la última gané a Jorge 200 a 96. Paso a resumir un poco las impresiones que me dejaron cada una de las partidas.

De la primera partida únicamente comentaré hasta el primer turno en el que nos atacamos, a partir del mismo lo recuerdo todo como en una nebulosa, además hay muy poco que contar. Viti venía con una lista más que interesante, marca de la casa, con un Bombardero Scurrg pilotado por Nym, un par de cucarachas, una el era Alguacil Zubio y otro un piloto con iniciativa 2, por último llevaba un Ala Y de iniciativa 1. Todas las naves llevaban minas de proximidad y el bombardero además de racimo, así como todos los adminículos necesarios para lanzarlos en todas direcciones, momentos y distancias. Casi nada... Para evitar el lanzamiento frontal de los dispositivos por parte de "su" Nym desplegué mis 4 naves en dos bloques, uno formado por Sol Sixxa y 4-LOM que se situó cerca del borde izquierdo del tapete. La otra pareja, Nym y Zuckuss, desplegó en el centro. Como Viti me cedió la iniciativa colocó a su bombardero justo enfrente de Nym. Así las cosas me lancé con un par de 3 rectos de mis naves de la izquierda, las otras 2 hicieron un 2 cerrado a la derecha, para evitar los lanzamientos de Nym. En el segundo turno hice un 3 abierto con 4-LOM hacia Nym, con la idea de tensionarme y posteriormente pasarle la tensión, mi bombardero hizo un 2 abierto y pudo fijar blanco a su homólogo. Mis otras dos naves corrigieron la dirección intentando enfilar a una de las cucarachas que había quedado aislada. No recuerdo demasiado bien qué movimientos hizo Viti, de lo que estoy seguro es que "su" Nym hizo un uno abierto quedando enfrentado a menos de 1 cm de 4-LOM. Total que disparé 4 dados con el droide, logré un solo impacto, que esquivó Viti y con Sol Sixxa gasté el blanco fijado para hacer un mísero par de impactos de los que Viti esquivó 1. Con Zuckuss disparé 4 dados con blanco fijado, creo recordar que hice un par de impactos, que fue lo que esquivó Viti, en realidad sacó aún más esquivas ya que el ataque era a distancia 3 y estaba obstruido por asterioide. Por el contrario el Nym de Viti me hizo 4 impactos y no pude esquivar ninguno. Así las cosas, me iba calentando exponencialmente a medida que se sucedían las tiradas, de modo que al final de este segundo turno ya estaba más cabreado que un mono. A partir de aquí la partida acabó para mi; estaba tan enfadado que no podía pensar con claridad, de modo que yo mismo cree un efecto bola de nieve, pero en plan bola de mierda, que no me permitió hacer nada a derechas en toda la partida. No es la primera vez, y lamentablemente tampoco será la última, en la que una mala tirada me hace perder la concentración y sacarme temporalmente de la partida, pero sí creo que es la primera vez que me hace perder los papeles: tiraba los dados de mala gana, tenía cara de amargado, no me hacía ni puta gracia lo que me decía el rival y no intentaba disimularlo... En fin, un comportamiento totalmente inapropiado y del que no me puedo sentir orgulloso, ni mucho menos. Al final de la partida pedí perdón a Viti por mi actitud, no cumplía con menos. Realmente estoy arrepentido, no hay cosa que más me fastidie que jugar contra un rival al que parece que le tienes que pedir perdón por ganarle, y hoy me he convertido en esa persona. Intentaré que no me vuelva a ocurrir.

Foto de mi primera partida, antes de que se me pelara el cable...

En la segunda partida me enfrenté a Antonio, que venía con 2 Defender y un TIE Avanzado. En este caso la partida se me dio mucho mejor, gracias a que empecé con buen pie, de lo contrario creo que el mal humor me la hubiera estropeado. Pero empezar bien me hizo recuperar la confianza en mi mismo y, lo más importante, volver a disfrutar del juego. Nym desplegó frente a la Condesa, Zuckuss frente al otro Defender, mientras que 4-LOM y Sol iban juntos, en paralelo al borde derecho del tapete, a por el TIE Avanzado de iniciativa 3, que parecía una víctima propiciatoria, ya que movía primero y, a poco bien que jugara mis bazas, al menos en el primer intercambio de disparos no debería poder hacer uso de los misiles de racimo. Lo ideal sería que las otras dos naves fueran juntas a por uno de los Defender, pero no lo hice así, al menos en el momento del despliegue, porque Antonio había equipado a todas sus naves con misiles de racimo; la prudencia recomendaba evitar su uso. En el segundo turno el TIE Avanzado estaba a uno de ser eliminado y mientras que Zuckuss iba lanzado, con su segundo 3 recto seguido, a por el Defender gris recibió la ayuda de Nym que hizo un 3 abierto, con lo que además me salía del arco de la Condesa: fue una buena maniobra. Total que perdió 3 escudos. En el siguiente turno cayó el TIE y algo más se llevó el Defender tocado. Mis naves estaban bastante bien, todas con escudos, y al menos 2 estaban intactas. La cosa parecía que sería cuestión de tiempo, pero los Defender son mucho Defender y tuve que recurrir a una mina de proximidad para cargarme al genérico. Yo estaba empezando a sufrir claramente el efecto de los misiles de racimo y del ataque principal de estas dos naves. Al final, la Condesa quedó sin escudos, pero yo perdí a uno de mis cazas estelares y, en el último turno, a Nym.

Imagen de la partida contra Antonio al final del segundo turno, tras los primeros los ataques.

En la última partida, de la que no hay documento gráfico, me enfrenté al temible Jorge, que como ya suele ser costumbre venía con una combinación de 2 Alas B, pero esta vez con dos de los mejores pilotos: Braylem y Tem Numb, y esa picadora de carne conocida como VCX-100. Había introducido algún cambio en la nave grande, como la incorporación de torreta dorsal, un escudo más... pero la idea es básicamente la misma que la de listas anteriores. Por lo tanto, mi táctica también fue la misma: centrarme en uno de los Alas B, en este caso el que primero se me puso en liza fue Braylem. Total, que en un par de turnos de intercambio de disparos logré eliminarlo, aunque casi pierdo en el intento a Zuckuss, al que atacaron Ten y la VCX y quedó a un par de impactos para fenecer. Por el contrario 4-LOM lo bordó tensionándose con un 2 koi, para pasar luego la tensión a la nave grande y atacándola a distancia 1, aunque mi objetivo principal era, en ese momento, Ten Numb, al que casqué con los dos bombarderos y, mientras sobrevivió, con Zuckuss también. Total, como durante dos turnos seguidos se chocó contra 4-LOM no pudo tensionarse ni hacer acción, le costó muchísimo cargarse a Zuckuss mientras que recibía varios impactos, el último se lo hizo una mina de proximidad lanzada de sobaquillo, gracias a la habilidad de Sol Sixxa. 4-LOM, que entre tanto había recibido todos los ataque de la VCX con la torreta lateral, estaba a uno de vida y palmó sin poder hacer un último ataque más contra esta nave, que hacía tiempo que había perdido los escudos y ya tenía varias cartas de daño. Lo malo, para Jorge, es que mis dos bombarderos estaban intactos y ambos habían fijado blanco. Ahora sólo tenía que hacer concentración y aprovechar el mayor alcance del armamento principal frente a su torreta dorsal. Así fue, y en un par de turnos logré arrinconar al VCX y, aunque me hizo un par de impactos a Sol, logré derribarla con Nym. 

Conclusiones de este torneo: lo primero es reflexionar sobre mi actitud durante la primera partida, no puedo permitirme el lujo de repetir un comportamiento así. No es que montara ningún pollo, ni nada de eso, pero no es de recibo enfadarse por tener malas tiradas con los dados o porque las cosas no te salgan bien. Es una muestra de mala educación y la idea es que jugamos para disfrutar, no para aguantar a gilipollas, que en este caso fui yo. Así que reitero mis disculpas y hago propósito de enmienda. Por otra parte, la valoración de mi táctica no puede ser mala, salvo durante el periodo de ofuscación sobrevenida por la malas tiradas y el cabreo consecuente. Realmente hice cosas interesantes en el torneo evitando, o repartiendo, las principales amenazas enemigas y seleccionando bien mis ataques, así como las maniobras que me llevaban a realizarlos. Quizá podría mejorar mis resultados si tuviera un poco más de picardía para intentar salvar las naves que están muy tocadas, aunque para ello no puedan participar más en el combate. De todas formas, mi peor enemigo, al menos hoy, soy yo mismo: tengo que superar esos cabreos que me sacan de la partida y me hacen perder la concentración. Puede que aún así pierda, no me importa; lo importante es pasarlo bien. Lo más curioso de todo es que, aunque me gusta ganar, no me importa perder, especialmente si el rival lo hace mejor que yo. No debo perder de vista el objetivo de todo juego: pasarlo bien.


Sigue cuidándote mucho. Un saludo.

SEMANA 22.25 El verdadero éxito sólo se logra tras superar el fracaso. Lástima que ninguna de las muchas decepciones que he acumulado me hay...