martes, 7 de abril de 2020

25º DÍA DE CUARENTENA



Esta mañana madrugué bastante, de modo que a eso de las 8 ya estaba jugando al Warhammer Quest. Esta vez escogí a la Hechicera Brillante y a el Sacerdote Guerrero, hasta ahora sólo había jugado con Forestal y Rompehielos. La combinación parece funcionar a las mil maravillas, ya que superé con cierta solvencia, y a la primera, la aventura inicial. Éste no es un juego fácil, para nada. Si quieres superar el reto, tienes que gestionar muy bien tus acciones y además necesitarás imperiosamente algo de suerte, o mejor dicho: no tener mala suerte, con las tiradas de dados. Sólo si cumples estos dos requisitos puedes obtener la recompensa al final de la aventura.

Ya que tengo tiempo de sobra, esta vez me voy a poner en serio con la campaña; a ver hasta dónde llego. Entre aventura y aventura, en la campaña viene la Fase de Ciudad, en la que te entrenas y equipas para enfrentarte con más posibilidades a la siguiente reto. En este caso mejoré una habilidad básica y la capacidad de carga de ambos héroes. Espero que las elecciones fueran las correctas, el tiempo lo dirá.

Por la tarde después de salir a comprar, eso sí que es una aventura, me puse con el segundo escenario. La verdad es que la primera partida me dejó muy buen sabor de boca y tenía muchas ganas de probar las mejoras que había introducido en las acciones de los héroes. El resultado fue muy bueno, ya que cumplí el objetivo final de la aventura, aunque muy, muy justo. Con decir que a uno de los personajes sólo le faltaba una herida para morir y al otro 2, creo que dejo claro cómo se desarrolló la partida.
La nueva pareja de moda, la formada por la Hechicera y el Sacerdote realmente funciona, desprende química. Se complementan perfectamente, y más después de las mejoras en las habilidades que les puse en la fase de ciudad. No sé cómo describirlo, es como si hubiera una especie de tensión sexual no resuelta entre ellos que les hace funcionar como un reloj. No creo que el sacerdote llegue a colgar los hábitos, pero puede que se los remangue... 

A la hora de valorar el juego entre los aspectos positivos hay que destacar que es que es un juego muy emocionante y su dificultad, aunque elevada, está muy bien ajustada, de modo que no es tan difícil como para ser frustrante pero tampoco tan fácil como para que resulte aburrido o hacer que pierdas rápidamente interés por él. Además aporta un buen número de aventuras enlazadas en una campaña, lo que aumenta el interés que despierta en el jugador. También tiene una aventura avanzada, que es una especie de minicampaña para una única partida.
Otro aspecto positivo es que tiene una duración bastante ajustada. Aunque es verdad que jugándolo en solitario puede llegar un momento en que el cansancio te lleve a perder el control del número de acciones que has realizado en la ronda o en qué fase del juego estás exactamente. Tampoco le doy más importancia, a mi esto de perderme en un juego me pasa con relativa frecuencia, especialmente cuando la partida pasa de la media hora.
En el lado negativo destacar que el juego es totalmente lineal, es decir no puedes elegir dónde vas; simplemente debes avanzar a lo largo de los escenarios en un orden preestablecido aleatoriamente. Tampoco ofrece muchas opciones reales a la hora de elegir las acciones de cada activación, porque casi siempre vas a remolque y vas achicando agua como buenamente puedes.
Un aspecto que no sabría cómo valorar con cierta objetividad es la capacidad del juego de meterte en la historia, ya que si bien el juego es muy inmersivo y los autores se han currado mucho el aspecto narrativo de las aventuras, en mi opinión, no llega al nivel de Arkham Horror, aunque la verdad es que éste pone el listón altísimo. Por otra parte esta valoración está muy condicionada por la temática, ya que el mundo de magia y fantasía no es mi favorito. Lo dicho, no me atrevo a pronunciarme sobre este aspecto. 


Cuídate mucho. Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SEMANA 22.25 El verdadero éxito sólo se logra tras superar el fracaso. Lástima que ninguna de las muchas decepciones que he acumulado me hay...