8º DÍA DE CUARENTENA
Éste es un diario exhibicionista.
Después de desayunar empecé a darle al Space hulk. La primera partida, si puede llamarse así, ya que estuve buena parte de la misma consultando el manual, se tradujo en derrota. Los genestealers lograron aniquilar a las fuerzas de asalto de los marines espaciales en la última localización. Una pena. La partida empezó bien, en cuanto asomaba el morro un xeno le dábamos con todo lo gordo. Pero en una de esas quedaron un par de pequeños enjambres y en la fase de ataque alienígena se cargaron a dos de mis mejores chicos. Comenzó un efecto "bola de nieve" tan negativo que podía rebautizarlo como "bola de mierda", de modo que en un par de rondas sólo quedaban dos hermanos de batalla y ya en la última localización sólo uno. El hermano Zael luchó hasta el final, pero estaba rodeado por todas partes; no pudo más. Honor a los valientes caídos por el Emperador.
La segunda partida, ya con las reglas más claras, los conceptos más asimilados y plenamente bajo los efectos de la cafeína, fue mucho mejor. Sólo hubo que lamentar la baja de los hermanos Valencio [sic] y Omnio.
Por la tarde volví a la carga. Buena partida, pero perdí en la última localización. Iba la cosa bastante bien, incluso después de perder un hermano, pero la siguiente baja fue del mismo grupo, con lo que me quedé con una acción menos por turno. En fin, que a partir de ahí ya no se pudo hacer nada más que resistir a la desesperada, con la consiguiente masacre de marines.
Tal y como os comentaba ayer, es un juego de duración ajustada y muy emocionante. En cualquier momento se puede torcer la buena marcha de la partida y ponerse todo muy cuesta arriba. Si esa inflexión se produce al comienzo es casi imposible cumplir la misión. Creo que recrea muy bien la atmósfera agobiante y lo desesperado de la lucha cerrada en una nave espacial. Bueno, por lo que he visto en las pelis, porque en realidad nunca he participado en ningún combate espacial.
Avanzada la mañana me dediqué a jugar al Keyforge, el balance de las partidas matutinas fue francamente positivo: 2 de 2. Visto el éxito decidí parar y dejar el pabellón alto, al menos hasta mañana.
La primera partida fue muy frustrante, empecé regular y poco a poco fui remontando, de modo que logré forjar mi primera llave antes que mi rival. Seguimos jugando un poco y al ver que no recortaba las diferencias se le debió pelar el cable, porque se despidió a la francesa. Ni concedió la partida ni nada, desconectó y punto. ¡Qué gente más borde hay por la red! Por supuesto me anoto este desplante como una victoria. ¡Que se joda!
La segunda partida fue muy emocionante, la verdad es que empecé regular; siempre tuve una diferencia de una llave, es decir unas 6 piezas de ámbar, en mi contra hasta que me empezaron a entrar las cartas buenas. Para entonces mi rival ya tenía dos llaves forjadas pero, en mi opinión, se equivocó de estrategia, quizá viendo la diferencia entre ambos y lo poco que le quedaba para ganar. Total, que me puse a remontar y cuando casi tenía todo perdido me entraron las cartas apropiadas y junto con las que tenía reservadas le impedí forjar un par de turnos, además en el último le destruí una criatura que tenía varias piezas de ámbar. Fue muy emocionante, la verdad es que si hubiera perdido no me hubiera importado lo más mínimo. Como dicen los clásicos: partidas así son las que crean afición.
Ya por la noche, es decir después de aplaudir en la ventana, me puse a leer el Hombre de los círculos azules y a completar esta entrada.
Cuídate mucho. Un saludo.
Deberías añadir alguna foto de esas partidas de Space Hulk.
ResponderEliminarSí, en la entrada de hoy voy a poner una. Gracias por comentar. Un saludo.
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