SEMANA 21.51

LUNES:

Día de recados y compras varias, afortunadamente entre ellas se encuentran mis dos nuevos pinceles. En la tienda me dijeron que son de marta, no sé, supongo que sí, pero de lo que sí estoy seguro es de que me los han cobrado a precio de pelo de conejo... Me hubiera gustado poder estrenarlos hoy, pero he llegado a casa a las mil y no he tenido tiempo, ni ganas, de nada.

MARTES:

Por fin he estrenado los pinceles. No se si será el pelo de marta o simplemente el efecto placebo inducido por el estreno, pero me he encontrado muy a gusto pintando con ellos. Aunque tal y como tenía los anteriores pinceles cualquier cambio, necesariamente, tenía que ser a mejor.

MIÉRCOLES:

Hoy, acontecieron varios hechos milagreros; yo tenía un hueco libre por la tarde, Héctor también y me invitó a jugar una partida de Kill Team. ¡Cómo decir que no! Al final ganó el rubio, que venía con Arlequines, 10 a 6. Yo repetí con las Hermanas de Batalla, se notó que era la segunda partida con ellas, la cosa estaba algo más rodada; no repetí los errores de la anterior partida, aunque, como era de esperar, cometí otros nuevos. La conclusión es la misma de siempre; andando y aprendiendo. En cualquier caso, la partida fue muy entretenida y bastante más emocionante de lo que pueda pensarse mirando simplemente el resultado final. Era la primera vez que veía en acción, en esta segunda edición del juego, a los Arlequines y, fieles a su espíritu burlón, se mueven más que los precios y son bastante duros de pelar. Además tienen varias cartas de estrategia y de táctica que son de lo más puñeteras. Como colofón, decir que tienen 3 activaciones. Su único punto débil es que sólo tienen 8 heridas, aunque no es tan fácil eliminarlos como parece, pues ciertas habilidades le permiten repetir dados de defensa, y en combate cuerpo a cuerpo son capaces de eliminar los impactos asignados gracias a una especie de "Asquerosamente Resistente", que este caso también se demostró bastante resistente y bastante asqueroso, a la par que desagradable, de padecer...

No tuve mucha suerte en la primera parte de la partida; desde la preparación hasta el inicio del tercer turno, casi todo lo que podía salirme mal, lo hizo. Para empezar, la misión no me favorecía demasiado, debido a la activación adicional que tenían los Arlequines sobre mis Hermanas, 3 a 2. De todas formas, ésto estaba, hasta cierto punto, compensado, ya que Héctor sólo disponía de 8 agentes y yo tenía 10. Peor fue que desplegara primero mis agentes, lo cual siempre es bastante malo, pero es que en esta ocasión condicionó la iniciativa del primer Punto de Inflexión, pues ambos elegimos la misma opción en la etapa de Exploración, con lo que el atacante elige quién tiene la iniciativa. Como era lógico, se la quedó él, con lo que pudo colocar el primero de los objetivos, así que me endosó el número 1, que no pude puntuarlo en mi primer turno. Para colmo de males, robé simultáneamente mis dos peores cartas de objetivo, así que tuve que comerme una de ellas, y lo que es peor; me quedé sin poder usar otra de las que más me gustan, pues también salieron emparejada las dos mejores. ¡Un desastre! Si sumamos todo ésto, parece bastante claro que iba con desventaja desde el principio, así que no me quedó otra que arriesgar. No creo que me equivocara demasiado en mi decisión, aún sigo pensando que mi mejor opción era tratar de incrementar mi mayor superioridad numérica a base de cargarme a alguno de sus agentes. La cosa no me salió demasiado bien, pero es que mis primeros ataques fueron un fracaso total. Especialmente decepcionante fue el uso de las granadas; la de fragmentación sólo hizo 3 heridas a dos agentes enemigos, pero lo peor fue la de fragmentación; en mi ataque saqué 2 críticos y un impacto, exactamente lo mismo que consiguió Héctor en su tirada de defensa. ¡Qué poco dura la alegría en casa del pobre! Lo peor de todo, es que esa situación se repitió acto seguido con un ataque de bólter a un arlequín que ya estaba algo tocado. Una pena, con un mínimo de fortuna en estos ataques creo que la cosa podría haber cambiado bastante. No obstante, como no podía ser de otra manera, yo también contribuí a mi propio fracaso. Básicamente exponiendo demasiado a mi lanzallamas, con lo que sufrió una carga al comienzo del segundo punto de inflexión (sí, también perdí la iniciativa en la segunda ronda) antes de que pudiera hacer nada. Milagrosamente se salvó de la primera carga, pero ya no pudo soportar la segunda, con lo que cayó antes de poder disparar. Quizá el fallo más grave que cometí fue no realizar inmediatamente después de sufrir la primera carga, la acción de misión sobre el objetivo 3, pues el ataque de Héctor sobre mi lanzallamas me dio la opción de activar a una agente que estaba sobre el mismo, ya que lo había activado en el primer turno. Parece poca cosa, pero este detalle supuso una diferencia de 2 puntos: el que perdí y el que ganó Héctor. Dicho de otra manera, el resultado habría sido de 9 a 7, aún a favor del rubio. Parece mentira que una decisión tan mal tomada frente a una situación tan simple pueda tener una repercusión tan importante. Como la vida misma. Héctor hizo bastantes puntos durante ese punto de inflexión, yo ninguno. A partir del tercer turno empecé a acertar más con las decisiones y Héctor a fallar más con los dados de defensa. No obstante, no podía faltar mi cagadita de turno, en este caso fue realizar una carga con mi líder cuando hubiera sido igual, o más efectivo, un ataque con la pistola de plasma. Ataque a distancia que me hubiera ahorrado 4 heridas, que luego fueron decisivas a la hora de sufrir una carga por parte de un segundo arlequín. Aquí acabaron las malas tiradas y las malas decisiones. La verdad es que ya había pocas posibilidades de hacerlo mal; sólo quedaban un puñado de agentes por cada bando, en mi caso 5, y en el del rubio 3. Al final logré rascar 3 puntos, que unidos a otro por activar el objetivo 1 en el turno 2 y mantener la línea en el tercer turno completan mi magro balance. Por su parte Héctor se marcó un par de tantos por izar la bandera y otro más por recoger un objetivo en las proximidades de mi zona de despliegue. Poco pude hacer frente a ellos, dada la gran movilidad que tienen los agentes arlequín; bastante hice durante el segundo y el tercer turno con aguantar el tipo y tratar de equilibrar la partida, y es que la activación extra de los agentes enemigos se notó mucho en esta misión, pues le permitía llegar a cualquier objetivo u objeto con una acción de movimiento y una zancada y luego activarlo, o activarlo y quitarse de la línea de fuego. Nada de eso pude hacer yo; si me acercaba al objetivo me quedaba vendido y/o no podía activarlo. 

En fin, gran partida. Me sorprendieron muy gratamente los arlequines; son bastante buenos en todos los aspectos y más duros de lo que parecen. Además sus ardides que cogieron totalmente a contrapié. Me gustaría repetir de nuevo la partida, a ver si una vez superado el efecto sorpresa siguen siendo tan buenos.  

Cada vez veo más necesario empezar a meter en el maletín a las Repentia, aunque para ello primero tendría que comprarlas y montarlas, creo que le darían mucha más versatilidad a la banda.

JUEVES:

Hoy por la mañana hice un descubrimiento que da un giro dramático a la evaluación de la partida de ayer de Kill Team. Como me parecieron tan interesantes los Arlequines, mientras desayunaba eché un vistazo a la facción en el Compendio, y cuál no fue mi sorpresa cuando leí detenidamente el ardid estratégico "Borrón Prismático", ardid que ayer me llevó por la calle de la amargura. Durante la partida se asumió que mis éxitos en un combate cuerpo a cuerpo, si eran usados para golpear, antes de asignar el daño se tiraba un dado, con un 4 ó más el daño se descartaba. Pero leyendo detenidamente el ardid, al menos en la versión española, ayer usamos la inglesa, dice que, en caso de sacar un 4 ó más en la tirada, lo que se hace es emplear ese dado para parar un golpe. Es decir, mi dado no se pierde, sino que me permitiría neutralizar un éxito del Arlequín. Supongo que si no hay éxitos que parar, el dado sí se pierda, aunque no dice nada expresamente al respecto. Como se puede ver, de estar yo en lo correcto, que tampoco estoy totalmente seguro de ello, la cosa cambia bastante. Y el resultado de la partida bien debería haber sido otro, ya que yo al final tenía 4 agentes inmaculados y Héctor 2, uno tal sólo a 2 heridas de cascar.

Como diría el gran Tomás Guasch: ¡Mangazo!

Ahora, hablando en serio, es cierto que el reglamento está bastante cuidado, se nota que se han esmerado bastante a la hora de elaborarlo. No obstante, en determinados aspectos es demasiado prolijo, incluso en cuestiones nimias donde no es necesario, mientras que otras situaciones quizá requerirían de una mayor explicación. Posiblemente sólo sea un problema de traducción, no lo sé, pero la cuestión es que la cosa cambia bastante según como se interprete, y eso es lo que debería evitar todo buen reglamento. Pese a todo, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra; yo también hice sufrir a Érik una interpretación errónea de un ardid táctico, pues me saqué de la manga que mis agentes no podían sufrir daño en el combate cuerpo a cuerpo, cuando en realidad es que no padecían el estado de Lesión. En fin, ya se ve que estas cosas pueden pasar hasta en las mejores familias...

Ahora sí que espero ansioso la revancha.

En un hueco que tuve libre por la tarde retomé los pinceles para dar un poco de color a uno de los guerreros de Peñaloka de Underworlds, en concreto al del hacha, que lleva una suerte de taparrabos de piel de dinosaurio o similar. La idea era pintar algunas de las escamas con una gama de colores en tonos arena-caqui para que pareciera una piel de cocodrilo. No quedó mal del todo, pero el resultado final no pasa de lagartija...

Bien entrada la tarde recibí un mensaje de Wass por el que se convocaba a una nueva liga de X-Wing, que empezaría a partir de mediados de enero. Como no podía ser de otra forma, me apunté de inmediato. Las ligas, en general, me gustan más que los torneos, pues se premia más la regularidad, además permiten mantener el juego vivo durante más tiempo que un torneo. Ya tengo pensadas 3 listas de distintas facciones para jugar: una de Scum, otra de Imperio y otra de Resistencia. Dicen que en la variedad está el gusto... ¡Que empiece el espectáculo!

VIERNES:

Hoy he avanzado un poco más en el pintado de los guerreros de Underworlds.

SÁBADO:

Esta mañana me he apuntado, por primera vez, a una campaña de mecenazgo en la plataforma Kickstarter. El proyecto a financiar, y del que me dio el queo Chispa, es la traducción al español de Stargrave. La iniciativa parte de la editorial HT Publishers, de la que ya tengo un par de publicaciones, y la verdad es que trabajan bastante bien. Creo que puede ser una buena idea, especialmente porque el libro base viene acompañado por un generador de escenarios para jugar en solitario, que es mi principal debilidad. El proyecto ya está en marcha, hace bastante que se alcanzó el mínimo para iniciarlo, ahora sólo queda esperar hasta mayo. Como poco...

Un poco más de pintura sobre los chicoz de Peñaloka, poco a poco vamos avanzando.

Definitivamente la liga de X-Wing está en marcha, creo que vamos a jugar con las reglas que se impondrán oficialmente a partir de finales de enero. En principio, la idea me parecería bien, siempre que el cambio de reglas no llevara aparejado un cambio en la puntuación de las naves. Pero parece que sí se cambiarán, como es lógico, pues con el nuevo reglamento ciertas naves y/o pilotos van a salir claramente beneficiados. Espero que no tengamos pucherazo antes de empezar.

DOMINGO:

Continúa el proceso de pintado de los guerreroz de Underworlds. Pese a que este fin de semana he avanzado bastante, queda tarea. No obstante, espero poder presentarlos en la próxima entrada del blog.

Por la mañana eché un vistazo a las reglas de los juegos que compré con la idea de jugarlos en las reuniones de Navidad. La verdad es que tanto Virus como Misión cumplida son, al menos a nivel de reglas, más simples que el mecanismo de un chupete. Pese a lo cual, me parece que van a cumplir perfectamente su papel, pues son sencillos, rápidos de aprender y de jugar y, a primera vista, parecen bastante adictivos. Vamos, que parecen especialmente diseñados para mi madre... Junto con este par de nuevas adquisiciones sacaré a mesa los ya clásicos: Impact, Dados Zombies y alguno más. Creo que van a ser unas fiestas de lo más divertidas.

Sigue cuidándote mucho. Un saludo.