domingo, 1 de mayo de 2022

SEMANA 22.16

Me levanté/hasta lo huevos de vivir./Te vi pasar/y ahora ya vuelvo a sonreír. R. Iniesta.

Sólo pedimos un poco de suerte; realmente sería lo justo.

Luz al final del túnel; nuestra mejor tirada.


LUNES:

Nada a nivel lúdico, salvo que continúan las lecturas del reglamento de Necromunda. Es un juego que, en principio, parece más que interesante. 


MARTES:

Gran tarde de X-Wing contra Viti, que venía de vencer el domingo en un torneo celebrado en Avilés. Ya comenté hace varias semanas que esta nueva versión del juego le venía como anillo al dedo. Hoy jugamos dos partidas y perdí las dos, pero he aprendido mucho y me lo he pasado fenomenal. El plan para hoy era testar unas nuevas mejoras en la lista y la verdad es que no me fueron nada mal, aunque posiblemente tenga que reubicarlas para poder sacarle el máximo rendimiento. En la primera partida me aplastó con un 21 a 4, la segunda estuvo mucho más igualada: 25 a 22. Minuto y resultado:

En la primera partida Viti estrenó una lista Separatista. Recuerdo haber jugado contra alguna de estas naves hace tiempo, y siempre me han descolocado bastante, pero con los cambios introducidos en el juego, que les permiten hacer más cosas, aún son más impredecibles. En mis primeros turnos me centré en tratar de derribar a su nave insignia. Esa decisión resultó ser bastante mala, pues Dooku es mucho más duro de lo que podía pensarse en un principio. En mi descargo, decir que lanzarme al ataque tenía como principal objetivo ver cómo funcionaba Tiber Saxon como tripulante del Diezmador, que da fichas de sobreesfuerzo cuando el ataque impacta a distancia 1-2. Esta mejora funciona realmente bien, me ha gustado mucho más que Artillero ágil, y mira que es bueno... El problema es que me quedé a medias y no lancé al ataque a Kagi, lo puse a buen recaudo, con lo que no pude sacarle todo el partido a la mejora. Fue un gran fallo, especialmente cuando estaba claro que Viti iba a usar poco el Blanco Fijado. Andando y aprendiendo. Con Sai y el Diezmador conseguí bastantes impactos contra el Conde Dooku, pero gracias a sus habilidades y la recuperación de Fuerza la cosa quedó en agua de borrajas. Además cuando logré atizarle con una mina de proximidad sólo conseguí hacer un impacto. Cuando acabó la partida le quedaban dos cascos. Otra de sus naves también quedó a punto de caramelo, pero un ataque a distancia 1 del Diezmador, pese a tener Blanco Fijado, sólo consiguió hacer un impacto. Impacto que, para más inri, esquivó Viti. No obstante, la cosa no hubiera cambiado demasiado, pero me permitiría maquillar un poco el resultado. Las otras 3 naves enemigas quedaron intactas. Quizá hubiera sido mejor idea lanzarme con todo contra alguna de las naves pequeñas, que  sólo tenían tres cascos y no defienden demasiado bien. Con un poco de suerte me hubiera cepillado uno en el primer intercambio de disparos, con lo que me hubiera resultado más fácil intentar equilibrar el control de los objetivos. Además, la posibilidad de hacer impulsos con todas mis naves me podía venir muy bien para tratar de bloquear sus maniobras, y así hacer que las naves enemigas colisionaran entre sí, con el riesgo que ello conlleva para una nave con sólo 3 de casco, y que perdieran acciones. Sí, es un poco marrullero, pero nadie dijo que estuviera obligado a ser un caballero... Viti, que lo hizo todo bien, se centró en mi Diezmador, al que acabó derribando una minúscula nave. La misma a la que él había atacado en el mismo turno fallando estrepitosamente, con un mínimo de suerte quizá la habría destruido y todavía podía quedar partida. Pero no fue así y, al computar los 9 puntazos del contralmirante, Viti superó los 20 necesarios para ganar la partida. Final. Mis únicos puntos provienen del control de un objetivo que conseguí en el primer turno. 

En la segunda sacó otra lista de la misma facción, con naves aún más raras, que me pareció un poco peor. También es verdad que, siguiendo los consejos de mi rival, me metí más en el espíritu de esta nueva versión del juego, centrándome algo más en los objetivos y me fue bastante mejor. Pienso que la virtud está en el término medio, así que a lo largo de la partida tardé un poco en centrarme en los objetivos; tenía prioridad la caza. Mi idea seguía siendo que si lograba cargarme una nave rápidamente, equilibraría un poco la diferencia numérica y, con ello, la consecución de objetivos. Además de sumar puntos, obviamente. Así que en el primer turno el Diezmador, en vez de realizar una acción de control de un objetivo, fijó blanco contra una nave que tenía a distancia 3. El ataque no me fue nada mal, logrando un impacto y metiéndole 2 fichas de sobreesfuerzo. Lo malo es que Sai no consiguió ninguno. La idea puede que fuera buena, el resultado no lo fue. Pero no se puede hacer nada más que felicitar al rival cuando, después de haber conseguido 4 impactos con 6 dados de ataque, los 3 dados de defensa sacan 3 esquivas. Pasé varios turnos sin realizar la acción de control de objetivo, centrándome en tratar de derribar naves enemigas. A media partida ya me había cargado un par de naves de Viti, lo que me permitía acercarme en la puntuación, pues él controlaba varios objetivos. Pero al despejarse el panorama y bajar la presión de las naves enemigas pude cambiar de prioridades, mejor dicho: combinarlas. Así que, poco a poco, y cuando las circunstancias me lo permitían realizaba una acción de control de objetivo, con tan buena suerte que lo conseguí todas las veces que me lo propuse. En el último turno nos cargamos una nave el uno al otro, la mía cayó con un pleno de dos impactos a distancia 3 de los que sólo pude defender uno. Justo lo que restaba de vida a Kagi. A mi me quedaban dos naves sobre el tapete; el Diezmador estaba bastante tocado, pero a Sai todavía le quedaban escudos. A Viti ya sólo le quedaba una nave, pero ahora el juego ha cambiado. Yo también tengo que hacerlo; si quiero ganar alguna partida debo pensar más en los objetivos de la misión. Pero siempre intentando buscar un equilibrio entre ataque y objetivos de escenarios. Está claro que si te centras es destruir naves pierdes, tengo acreditada experiencia en ello. Pero derribando naves enemigas no sólo obtienes puntos, sino que facilitas la consecución de los objetivos. En resumen; hay que adaptarse a las circunstancias y buscar en cada momento la mejor opción. Creo que en lo sucesivo mandaré a una de mis naves en solitario para tratar de puntuar objetivos y, de paso, evitar los atascos en mi flota, que hoy posiblemente fue lo que más me está lastrado en mis últimas partidas. Para eso estoy tratando de meter varias mejoras que hagan una nave "autosuficiente", de modo que pueda defenderse y atacar con solvencia, al tiempo que, si en necesario, pueda realizar acciones de escenario. La idea es no quedar tan descolgado en el marcador desde un principio y enjugar la desventaja, inevitable por jugar casi seguro en inferioridad numérica, derribando naves enemigas.


MIÉRCOLES:

Hoy he rehecho la lista de X-Wing basándome en el análisis de las partidas de ayer. Creo que ahora he dado en el clavo. A ver si es verdad... Esperaba poder testarla este jueves o viernes, pero los recados que tenía previstos para la tarde quedaron cancelados, así que me enfrenté de nuevo con Viti. Nuevo fracaso. Lo malo fue que esta vez, a diferencia de las anteriores partidas que también perdí, se me peló el cable y acabé la partida con una mezcla de frustración y cabreo muy desagradable.

El resultado final fue de 20 a 15, aproximadamente. Creo que la lista funcionó algo mejor que las anteriores. Digo creo, porque no ha sido una partida demasiado adecuada para poder sacar conclusiones definitivas de la misma. Para tratar de explicarme, que no justificarme, un botón de muestra: en un momento dado, Viti usó una interferencia para quitarme el Refuerzo del Diezmador. Hasta ahí nada raro, lo que llama la atención es que absolutamente todos los dados de ataque que lanzó contra mi nave fueron Impactos, y los que no, Impacto Crítico. En resumen: la atacaron 3 naves, en total 8 dados, sin Blanco Fijado, y todos impactaron. Creo recordar que hubo 2 críticos, uno el de doble daño. No hay más preguntas, señoría. Lo malo de todo esto es que ya lo vi venir desde el primer turno, cuando logré hacer Blanco Fijado con el Diezmador sobre un Ala A, consiguiendo tres impactos, a los que respondió con 3 esquivas. Desde ese momento, quizá por una especie de superstición, ya vi la partida perdida. Y así fue; me desconcerté bastante y se me olvidó hacer un impulso con Sai en el turno siguiente, con lo que el Diezmador chocó contra él perdiendo su primer escudo, y la posibilidad de fijar blanco sobre el ARC sin tensionarse. Ambas cosas, pese a parecer nimias, serían definitivas para el desenlace de la partida. 

Viti venía con una lista Rebelde formada por un Ala A, un Ala B, un Ala Y y un Ala X. Más que una flota, parecen dos parejas de pájaros. También llevaba una ARC. Desplegó las naves bastante separadas, para tratar de dominar todos los objetivos: el Ala X de Antilles se puso en la esquina izquierda del tapete, a su lado estaba el Ala B, en el centro la ARC y la derecha el Ala Y, mientras que el Ala A estaba en el borde derecho. Yo dispuse a Kagi en solitario a la izquierda del tapete, mientras que Sai estaba en el centro, cerca de él, a su derecha, estaba el Diezmador. Kagi se marcó un 1 abierto hacia el centro del tapete para tratar de apoyar los ataques del Diezmador y aprovecharse de la habilidad de Tiber Saxon. Me lancé con todo con las naves centrales, pero en el primer turno sólo pudo atacar el Diezmador, con los resultados ya señalados. Quizá un dos abierto con kagi hubiera sido mejor, pues me permitiría controlar un recurso, con lo que el marcador tras el primer turno ya era favorable a Viti por 2 a 0. En el segundo turno se fraguó la tragedia, pues al olvidar hacer el impulso con Sai, el Diezmador chocó con él. Una pena, de todas formas debo desplegar estas naves un poquito más separadas, para así no penalizar este tipo de errores y tener más maniobrabilidad. De todas formas conseguí dejar a la ARC a un par de impactos de cascar. Lástima que el Contralmirante sólo consiguiera un impacto; otro más y no hubiera pasado del arranque la Fase de Ataque del siguiente turno por la habilidad de Vader o, al menos, Viti no hubiera podido soltar la bomba que tanto mal me hizo. Pero el rival también jugaba y el Diezmador se quedó sin escudos, pese a tener Refuerzo, tras una serie de ataques muy afortunados, pues los Blancos Fijados fueron arrastrados a Kagi, sobre el que ninguno tenía arco de fuego. Valga señalar que el Ala A le hizo los dos impactos, uno de ellos crítico. En concreto el de doble daño. Estaba claro que no había nada que hacer... Pero por si me quedaba alguna duda, en el siguiente turno, al quitarme el Refuerzo del Diezmador se me despejaron. Turno 4 y mi buque insignia estaba a un impacto para cascar y además con el dial limitado a movimientos rectos por un crítico que me hacía 1 daño para cualquier otro tipo de maniobra. El ataque de Antilles fue la puntilla. Una pena, porque sólo consiguió un impacto, y aunque hubiera caído en el siguiente ataque al menos podría haber disparado al Ala A que estaba a alcance 1. La partida estaba perdida, pero seguimos jugando. Las Lambdas aguantaron bastante bien el tipo a base de Refuerzos, porque creo que sólo saqué 2 ó 3 esquivas en toda la partida. En serio, vale que son naves que defienden poco, pero blanquear todo el rato... Pese a verse duplicadas en número, dejaron a la mitad al Ala B, al Ala A, al que Sai le hizo 3 impactos de una tacada; a buenas horas mangas verdes..., y a Antilles. Pero al final cayó Kagi, que llevaba todo el rato con los Blancos Fijados a cuestas, mientras que Sai sólo había perdido los escudos. Una tarde para olvidar, pero como con los dados, tanto propios como ajenos, peor no me puede ir, ya he tocado fondo. Así que a partir de ahora ya sólo se puede mejorar. Ya estoy más animado y parece que ya se me ha pasado el cabreo. Siento enfadarme, pero a veces no lo puedo evitar; ¡cómo me fastidia que la suerte esté tan mal repartida! Realmente ha sido una partida muy frustrante, no por el hecho de perder, sino porque habiéndolo hecho todo bastante bien, salvo cuando se me olvidó hacer el impulso, nada me ha salido a derechas, todo lo contrario que al bueno de Viti. No debería olvidar que sólo es un juego.


JUEVES:

Antes de comer jugué una nueva partida de X-Wing contra Viti, aunque curiosamente había quedado ayer con Johnny, que está de vacaciones, para jugar con él esta mañana a las 12:30. La cuestión es que Viti le comentó la posibilidad de empezar a jugar a las 11:30 y Johnny aceptó. La verdad es que me molestó bastante que no me lo comentara antes de aceptar, porque yo sólo tenía tiempo hasta la 1:45, con lo que mi partida fue de 40 minutos, si no menos. Si hubiéramos quedado por la tarde no pasaba nada; esperaría mi turno charlando tranquilamente y aprendiendo de estos dos cracks, pero teniendo el tiempo limitado la cosa cambia mucho. Además este contratiempo, de alguna manera, reactivó mis fantasmas de ayer y el cabreo que agarré fue desproporcionado al agravio. Viendo cómo se iba acercando la hora de marchar y que no acababan la partida me puse de muy mala hostia, tanto que cuando acabaron les comenté que prefería que jugaran ellos otra porque a mi no me daría tiempo a acabarla. Fue la forma más educada que encontré para decir que ya no me apetecía nada, de nada, jugar. Pero bueno, insistieron y tampoco me pareció oportuno marcharme y que se sintieran mal por ello. Así que, más cabreado que un mono y menos motivado que un funcionario, me enfrenté de nuevo a Viti que repetía lista Separatista. En esta ocasión el escenario era el básico de "mata-mata", lo que en principio me favorece. La primera tirada que me sale bien en mucho tiempo lamentablemente fue la de determinar la iniciativa, que gané yo. Así que tuve que desplegar a Sai, en el centro del tapete, antes que él pusiera todas sus naves. Mala cosa; la táctica que traía ensayada de casa me fue directamente al cubo de la basura. Frente a Sai, Viti dispuso al Conde Dooku y a un bombardero que llevaba Misiles Desguazadores. Luego volveré sobre el tema. En la banda izquierda del tapete colocó tres Cazas Buitre. Una vez que Viti desplegó todo, planté frente a los 3 cazas a Kagi por el exterior y al Contralmirante justo al lado. Visto lo poco eficaz que es tratar de derribar a Dooku cambié de táctica, buscando llevarme por delante, y cuanto antes, a las naves pequeñas.

En el primer turno nadie atacó, pero Viti gracias a un 5 recto del Bombardero consiguió el primer punto de la partida, al situar a la nave en las proximidades del objetivo central, y único, de este escenario. Yo moví con todas mis naves un 1 recto, mientras que Viti hizo lo mismo con la nave grande, pero con los cazas hizo un 2 recto. En el segundo turno empezaron las "hostialidades", y yo me puse aún de peor café por culpa de un par de milímetros, aunque a estas alturas de la película creo que me hubiera sentado mal incluso que preguntaran si quería una Coca-cola. El Diezmador fijó blanco sobre el caza situado más a la derecha, lo mismo que Kagi. Ambas naves se dieron Refuerzo, pues los cazas tenían Cañón Láser Pesado, que no es cosa de broma. Sai hizo un 1 abierto hacia la izquierda para poder coordinarse con el Diezmador, lo malo es que previamente Dooku se había marcado una maniobra similar y ahora estaba a un pelo de mi lateral, en el centro del mismo, y perpendicular a mi. Ya me veía, mínimo, con 4 escudos menos. Para colmo de males, el Bombardero lanzó los misiles y me pegó esa mierda llamada Enjambre de Zumbadores. Como ya estaba tan cabreado que no daba ni pie ni mano, ni pregunté cómo me podía desembrazar de ellos ni nada; asumí, no con resignación sino con un incremento de mi cabreo, que iba a recibir un crítico cada ronda. Cuando Sai coordinó al Contralmirante sólo pudo fijar blanco a Dooku, lo que me venía muy bien porque me permitiría devolverle el ataque. Empezó atacando el Diezmador y antes de lanzar los dados ya estaba que me cagaba en todo; faltaban un par de milímetros para estar a distancia 2 y, en caso de impactar, poder usar al nuevo artillero. No hubo caso; 3 dados de ataque y Blanco Fijado para conseguir 2 impactos que, como no podía ser menos, esquivó. Acto seguido, Kagi volvió a percutir sobre el mismo y sólo consiguió cobrar un impacto tras gastar el Blanco Fijado. Ahora me tocaba recibir a mi, y nunca mejor dicho. Para ser justos decir que el Diezmador consiguió 2 esquivas de los 3 dados que lanzó; lo nunca visto. Pero como la alegría dura poco en casa del pobre, hay que decir que los 3 cazas consiguieron, sin Blanco Fijado ni nada, 8 impactos en 10 dados. Total, que ya estaba sin escudos. Sai también llevó lo suyo; sin escudos y con un crítico por el Enjambre. De tan mala leche me puse, que ataqué con Sai al caza que tenía más cerca en vez de a Dooku. Como era de esperar nada de nada. No es que el cabreo me nublara la mente, aunque puede que un poco sí, pero renunciar a lanzar 4 dados con Blanco Fijado contra Dooku tiene una justificación lógica, espero. La idea era hacer al menos un impacto al Caza, para luego soltarle la Red Conner, estaba justo frente al Diezmador, y un enemigo menos. Pero nada de nada; sólo conseguí un impacto, y eso que tenía Fuerza, que también esquivó. Mi tercer turno fue el único realmente bueno de, al menos, las 4 últimas partidas. En la Fase de Sistemas me marqué un Impulso recto con Kagi y el Contralmirante bloqueando el movimiento de los cazas enemigos y que además me permitió sobrepasarlos y atacarlos por detrás con Blanco Fijado, pues a continuación hice un 2 recto, azul, con ambas naves. Además de hacerlo bien, tuve suerte con los dados, cargándome a un par de cazas, uno con el ataque del Diezmador y otro con el de Kagi apoyado por Sai. Aún no me creo que se diera esta feliz coincidencia: buenas tiradas de ataque, gastando los Blancos Fijados, y tiradas de defensa normaluchas, ya no pido que sean malas. Sai se había marcado un 0, con lo que chocó con un Dooku que prácticamente tampoco se movió y se libró del ataque del Bombardero, pese a todo ya estaba para el arrastre; entre el conde y el enjambre me arrimaron otra buena mano de impactos. Por cierto, el Bombardero chocó contra el Conde y, como no podía ser de otra manera, en el dado de ataque preceptivo salió cara vacía. Lo de siempre... En la Fase de Sistemas del siguiente turno le metí con la Red Conner al único caza que le quedaba a Viti, pero seguía vivo a falta de un impacto. Qué pena no haber hecho algo más en el primer turno de ataque. La verdad es que casi parece de ciencia ficción: 2 ataques de 3 dados con Blanco Fijado y otro más de 3 dados a pelo, vale que eran a distancia 3, pero todas mis naves tenían Fuerza, para hacer un puto impacto sobre una nave que defiende de base con dos dados. ¡Es acojonante! Yo creo que necesito un exorcismo o algo, ¡pero ya! De lo malo malo, en una especie de justicia poética Kagi se cargó, con el ataque menos propicio de todos los que había realizado: a distancia 3 y con sólo 2 dados por ser arco trasero, al dichoso caza. Aunque era muy posible que se saliera en el siguiente turno por estar ionizado, pero nunca se sabe. Además no tenía a nadie más a quien disparar... Para compensar un poco las cosas Sai cascó sin poder atacar, el Diezmador se subió a un montón de chatarra con un 3 cerrado y, cómo no, se llevó 1 impacto del choque. Por lo menos pudo atacar al Bombardero y meterle dos fichas de Sobreesfuerzo, que no pudo rentar en el siguiente turno por quedar fuera del arco. Kagi tampoco pudo conseguir nada pese a poder usar la Fuerza, porque para eso necesitas una cara de "ojo", pero ni eso..., además el ataque era a distancia 3. Sin embargo, tanto Dooku como el Bombardero parecían inmunes a las caras blancas de ataque: 3 de tres el Bombardero y otros tanto del aristócrata. Total, que del Diezmador quedó a un par de impactos de cascar, mientras que Kagi estaba intacto, lo mismo que Dooku. El Bombardero estaba algo tocado, pero no llegaba a la mitad de la nave. Viti, llegada la hora de marchar, dijo que habíamos empatado, creo que a 10. Puede ser, no me importa. Creo que me está empezando a afectar esto del azar de los dados, aunque posiblemente sólo sea el detonante de un problema lavado. Pienso que es buena idea dejar de jugar una temporada, al menos hasta que se me pase el cabreo y que vea capaz de reincorporarme con otro talante. No obstante haré una excepción, si es que finalmente puedo asistir, con el torneo que ha organizado Chispa para dentro de un par de fines de semana, y es que ya me he comprometido a ir si la agenda me lo permite. Cuentan conmigo y no les voy a dejar colgados, pero así no puedo seguir. En primer lugar, por mis rivales; es una falta de respeto estar cabreado por cómo se desarrolla la partida, cuando lo único que hacen es jugar lo mejor posible y con deportividad. A mi me ha tocado sufrirlo y la verdad es que no es agradable, parece que tienes que pedir perdón por ganar. Eso no está bien, lo sé. Pero, ahora mismo, no lo puedo evitar. Hasta que no supere esta fase no debería volver a jugar. En segundo lugar porque en vez de disfrutar del juego y de la compañía, parece que mi fin es ir a sufrir y a ver qué buenas son las tiradas de los demás y lo malas que son las mías. Es más, mientras estaba esperando mi turno para jugar, me iba cabreando yo solito cuando sacaban buenas tiradas, que la verdad era con una frecuencia inusitadamente alta, al menos en relación a mis estándares. No me parece muy normal ir a jugar para constatar lo injustamente que me trata la vida. A día de hoy, veo el componente de azar del juego como parte de un complot, una conspiración judeo-masónica que diría el otro, que me impide alcanzar los objetivos. Por tratar de explicarlo gráficamente, es como si a los demás los rodeara un aura que les echara una mano con los dados y casi todo les sale bien, mientras que yo fuera víctima de un gafazo que me echa una mano, pero al cuello, y casi todo me sale mal. Esto debe ser un síntoma inequívoco de que estoy un poco saturado de todo, y el juego no lo digiero nada bien. Como decían los médicos de la posguerra: reposo y buenos alimentos. Me quedo con el reposo; quiero que me quede bien el bikini, que ya estamos cerca del verano...


VIERNES:

Hoy nada a nivel lúdico y posiblemente pasen varios días hasta que pueda reseñar algo al respecto, salvo juegos en solitario, pues mi esposa ha dado positivo a Coronavirus. ¿Quién da más? Tratando de ver el vaso medio lleno, aunque realmente creo que está totalmente seco, así no me puedo saltar mi periodo, autoimpuesto, de alejamiento de los juegos competitivos.

Poco antes de comer llegó la feliz noticia, casi milagrosa, que tanto tiempo llevábamos esperando. Creo que se me acaban de pasar todos los males; todo vuelve a ser verde. Ahora ya sólo falta que Irina también tenga suerte; se lo merece. Mucho.


SÁBADO:

Más de lo mismo, por lo menos Inés está algo mejor. No ha sido grave.

Acabo de ahorrarme unos 120 €, que era la cantidad hasta la que estaba dispuesto a pagar por la nueva caja de Necromunda, pero los de Games Workshop se han descolgado con un precio desorbitado: 225 €. No sé cuántos venderán, conmigo que no cuenten, no sólo porque el precio me parece muy alto, sino porque creo que es injustificado: un par de bandas, dos cabañas de andar por casa que no dan ni para medio poblado chabolista, cuatro planchas que hacen de pasarelas y poco más. Por cajas similares pedían unos 130 €. Ya habían sacado otra caja muy cara, pero tenía una cantidad de plástico ingente. No es el caso. Lo dicho; con su pan se lo coman.


DOMINGO:

Fin de mes, por lo que toca hacer resumen lúdico. En este caso ha sido calamitoso, supongo que mayo sea mejor; peor es casi imposible. Por no hacer, ni he pintado. Lo dicho: un desastre.

Como puede verse, este mes he jugado mucho y mal.



Sigue cuidándote mucho. Un saludo.

2 comentarios:

  1. Esta semana le has dado a tope a X-wing.

    Y lo que no vistes en Aviles, que cuando me enfrente en el torneo a Vity, en un momento dado que no atacaba ni defendía, va viti y me tira 4 dados, sacando críticos en todos a la primera.

    Cuando te quemas de la lista lo mejor es proba otra para cambiar los aires.

    La lista tuya depende mucho del Deci para destruir y a su vez depende de los combos de Coordinar de las lambdas para poder rendir.
    Asi en escenarios en los que hay que hacer accion para puntuar te costar ganar puntos.

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  2. Tienes toda la razón, quizá sea buena idea cambiar de lista de cara al torneo. En cualquier caso, si finalmente lo hago, no tengo pensado dejar de probar la lista de Imperio; sé que mejorando el movimiento de las naves podría mejorar los resultados. Quizá me equivoque, porque es verdad que hay varios escenarios en los que me va mal, además del tema de las acciones, por una simple cuestión numérica; por lo que he visto todas las listas llevan más de 3 naves.

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SEMANA 22.25 El verdadero éxito sólo se logra tras superar el fracaso. Lástima que ninguna de las muchas decepciones que he acumulado me hay...